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lunes, 26 de noviembre de 2007

Las Fosas / artículo de Rafael Esteve

Mi amigo Rafael Esteve me dice que piensa publicar esto, si lo dejan, pero por si acaso no, lo colgamos aquí (al artículo, no a Rafael)

Copia del artículo


Manipulando la memoria histórica

Zapeando la noche del viernes 9 de noviembre me encontré con un programa en la cadena Cuatro, “La memoria de todos” era su título. Y me topé con un exhaustivo reportaje acerca de una fosa común levantada en el pueblo malagueño de Villanueva del Rosario en el que aparecieron once cadáveres de unos vecinos del pueblo asesinados no sé si durante la Guerra Civil o en la inmediata posguerra. Personas perfectamente identificadas porque se sabía quienes fueron y donde estaban enterradas.

Me parece lógico que sus descendientes deseen darles el digno entierro del que carecieron en su día; y también que quieran identificar individualizadamente sus restos, Sin embargo, al igual que compartieron últimas horas de vida, muerte y varias décadas de fosa común, me parecería más adecuado que continuaran juntos tras recibir digna sepultura, sobre todo después lo que ha acontecido. Pero bueno, esa es una opinión personal. Hasta aquí todo normal.

Lo que ya no me parece tan normal es la profusión de banderas republicanas en todos los actos relativos a lo relatado. Porque, al margen de constatar que cuando los españoles aprobamos la Constitución en 1978 aprobamos también una bandera común y llegamos a un pacto para dejar atrás definitivamente el pasado, ese abuso de la bandera tricolor es una manipulación histórica.

Cualquiera que se haya acercado mínimamente a nuestra historia reciente sabe que muchos fueron asesinados por su republicanismo o por su catolicismo acendrado y apoyo al golpe contra la República. Incluso, profundizando un poco en la historia, yo diría que a muchos -cuyos restos son arropados bajo la bandera tricolor- se les está falseando su memoria. Porque puede que esa no fuera “su” bandera, y que murieran por defender los ideales no de una república a la que consideraban “burguesa”, sino los de otras banderas -la roja y negra- por poner un ejemplo.

Pero abundando más. No es menos cierto que muchos españoles fueron asesinados por simples venganzas personales, por ser o vivir “diferentes”, o por un odio de clases fuertemente desplegado en aquellos años, con independencia de ideologías de cualquier signo. Por tanto, vincular las ideas republicanas con toda fosa común de represaliados por el franquismo es un evidente falseamiento de la historia.

Pero el colmo de la manipulación vino después en el reportaje. Lejos de proceder a su entierro en el pueblo, los restos óseos de esos once cadáveres han sido trasladados al departamento de Arqueología de la Universidad Autónoma de Barcelona donde son objeto de “estudios”. Y apareció un “denominado profesor” que con todo lujo de detalles explicó –con una frialdad académica no exenta de morbosidad- cómo y por donde entró la bala que mató a uno de los asesinados, los daños que le causaron... Y manifestó que el estudio de la fosa y de los huesos determinará en que posición cayeron y en qué orden, etc. Eso sí, también se mostraron unos pañuelitos con sangre de los descendientes para determinar el ADN e identificar cada uno de los cadáveres. Ignoro cómo unos arqueólogos van a establecer el ADN, pero me imagino que fue la excusa para que les permitieran llevarse los restos.

Soy ignorante en estos temas, pero me parece que muchos han perdido el norte o hay demasiadas malas ideas campando por sus respetos por España. Y alzo mi voz por la manipulación de que están siendo objeto los descendientes de aquellas personas, gente de campo, sencilla, a los que además de hacerles revivir los fantasmas del pasado, -lo que era inevitable aunque podían desvanecerse definitivamente con un digno y rápido entierro de los restos descubiertos- les han reabierto heridas ya cicatrizadas haciéndolas supurar de nuevo. Porque no son o no han sido conscientes de que los cadáveres de sus seres queridos se han convertido en instrumentos de prácticas para alumnos o jóvenes profesores de arqueología de la Universidad Autónoma de Barcelona. Cadáveres que están pidiendo a gritos los dejen descansar en paz. Eso sí la bandera republicana aparecía estratégicamente situada dentro del departamento universitario para que se viera junto a los huesos. Flaco favor el que le hacen al ideal republicano. Apagué el televisor asqueado.

Rafael Esteve Secall



Fin del artículo

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