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miércoles, 21 de noviembre de 2007

El porqué de este rincón…

Este blog nace como un humilde rincón con vocación de pequeño desierto al que se pueda ir a dar voces, sin que nadie te mande callar.

En estos tiempos en los que todo el mundo parece saber qué es lo que hay que hacer y qué es lo correcto decir (aunque después se ve lo que se ve y se oye lo que se oye), es difícil que haya quien quiera oír, y mucho menos escuchar, algo que pueda que no le venga bien a sus ideas (de ese momento, que siempre os hábiles pueden cambiar de ideas sobre la marcha); es por esto por lo que hay que buscarse un desierto particular para clamar, para llorar e incluso para reír.

Un desierto donde no llegue la polución, sobretodo la polución mental; donde las patadas al idioma se hagan raramente y solo por algún levemente elevado motivo, generalmente provocado por la evolución y el globalización; un lugar sin grandes hermanos de mínimas entendederas; sin hermanos ayatólas de las tradiciones; sin triunfitos sacados a troquel para destrozo de corcheas; sin presuntos políticos que más bien lo son de aluvión y que intentan salvarte a base de pensar por ti pero sin hacerte ni puñetero caso; sin seleccionadores nacionales de barra de bar en posesión de la panacea para pasar de cuartos; sin entendidos de F1 que sin embargo no distinguen en su coche la rueda de repuesto del volante; sin metrosexuales y tetialzadas a golpe de bisturí que a lo mejor por las intervenciones se les ha cambiado en sexo todo el seso y se les han derretido sus pocas neuronas originales; sin aguerridos periodistas cardiovasculares que basculan en sus ideas y que saben de toda la crónica de la coyunda como si la hubieran visto a pie de cama; de periodistas desenterradores de muertos que no se pueden defender y que ahora tienen que pagar porque tuvieron un ligue más o menos afortunado en el que comieron uno de aquellos raros bizcochos de la época; en fin sin toda esa atribuladota tribu que por calles pulula, por las ondas ondea y pantallas ensucia, por eso me he hecho este pequeño desierto particular, donde tocar la gaita si me apeteciere (y supiera tocarla), donde quien quiera, si alguien quisiera, se una a esta travesía de este desierto, donde cada cual me pueda, y yo le pueda, dar una opinión e intentar que estas sean sensatas ya que es imposible asegurar que siempre sean acertadas.

Por eso, en este lugar haré lo que me parezca, diré lo que piense en cada momento pero sin insultar, en esto está lo más extraño, y este raro espécimen que soy yo, y que a veces me equiparo al Yéti porque soy como él, (todo el mundo ha oído hablar del yéti pero nadie parece haberlo visto, aunque juran que existe…) yo, lo mismo; soy como él, un tío raro, un independiente de los de verdad, de los que usa el aparato de pensar y que sabe que no sabe toda la verdad ni intenta convencer a nadie… en fin a veces creo pertenecer a una especie en extinción, curiosa pero menos protegida que los lagartos o los buitres leonados…, esta es la razón de montar este pequeño chiringuito bloggero (¡Dios, que palabra!), para poder hacerlo; así que si alguien lee esto… eso, que simplemente lo lea y si ve, o cree, que se parece a mí, ¡por Dios!, decídmelo que podamos saber “la población actual, su proyección y su previsión de futuro”, la de los independientes de espíritu esos tíos raros…

Gracias, y por hoy ya está bien… / Pppdo

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