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miércoles, 18 de julio de 2012

Perder el tiempo


Hay gente, así, en genérico, gente, que no se entera de qué va el asunto. Esos señores que se llaman de la Izquierda Plural, que hasta el nombrecito es rancio, no se han enterado que estamos al borde del precipicio y que hay que dedicar todas las energías a buscar un medio para salvar los muebles. Ellos, a lo suyo, a presentar una iniciativa parlamentaria para “declarar el 18 de julio día oficial de condena al franquismo”. Habría que explicarles que Franco palmó hace ya un taco de años (ni me acuerdo cuando fue el óbito), que los franquistas, si queda alguno deben andar por los ciento y pico de años, y especialmente, que ha pasado mucho agua bajo los puentes de nuestra sociedad como para perder el tiempo en chorradas. Esto es cómo ponerse a discutir si a Viriato le corresponde la doble nacionalidad hispano-portuguesa por servicios a ambos países o si hay que revisar la contabilidad del Conde-Duque de Olivares para ver si pagó el IVA. Lo dicho, chorradas, pero que hacen gastar tiempo, dinero y energías.

Aparte de esto, todo sigue casi igual, la única excepción ha sido la declaración del señor Montoro, que por una vez en política, ha dicho la verdad pura y dura en lenguaje llano; “Si no sube la recaudación, peligra el pago de nóminas a funcionarios”. En román paladino; el Estado no tiene un puto duro. Ahora a digerir esto, franquistas y pluralistas incluidos.

Sin embargo, el resto de su partido persiste en su error de no poner pie en pared con la señorita Fabra, la diputada por el tercio familiar. La señora Cospedal dice que todo se arregla con las disculpas. No, un personaje de este perfil no puede ser representante de los españoles. Sí queremos arreglar el país, hay que empezar a barrer por casa.

Por su parte, la oposición también a lo suyo. El señor Hernando sigue amenazando a la ministra señora Báñez por, según él, filtrar el ERE, pero sigue sin entender que lo importante es que han hecho un ERE. Como están los tiempos, su persistente interés en que no se sepa nada de él, huele a chamusquina. Más bien debería pedir luz y taquígrafos para demostrar que todo se ha hecho conforme a ley. Un ERE, real y obligado por las circunstancias, es algo doloroso para casi todos (menos para los sindicatos que cobran por cabeza cortada), y no se debe usar esto para desviar la atención, no es algo como para intentar difuminarlo. Eso hace que se levanten sospechas; “si este no quería que se supiera…, por algo será”. Piénselo don Hernando.

Lo que es de chiste es que el  ex Director General de Trabajo y Seguridad Social, entalegado precisamente por sus afamados ERES, está ahora pidiendo ayuda para reunir los 250.000 euros de fianza y salir del trullo. Ahora es el momento de que sus “favorecidos” le echen una mano, pero claro, es posible que si se sabe el listado de benefactores, se pueda corresponder con el de los beneficiados y puede traer cola. Mejor que don Javier tire del colchoncito que tendrá en alguna cuenta despistada, porque nadie se va a querer significar tanto, tal y como están los tiempos.

Me voy, pero la perla diaria, esta vez reflexiva, versa sobre lo corto que se nos está quedando el lenguaje para algunas cosas. Hoy, para hablar de un yare se designa a su dueño como “el mega millonario (naturalmente) ruso”.  Ya, lo de millonario, se queda corto, pero sólo para algunos. Para compensar, habrá que lanzar un nuevo término opositor; los mega tiesos.

Hasta mañana.

Pepeprado

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