Es sábado, y aunque sea 23F, nos vuelvan a poner el tejerazo por la tele para que no se nos olvide y así poder los actuales próceres fardar de salvadores de la patria y la democracia, la actividad de la comunidad ciudadana se aletarga. Es momento apropiado para repensar en la semana pasada y prepararse para la por venir, que con esto de las elecciones promete ir subiendo de tono y bajando de nivel. Subirá el tono “de voz”, pero bajará el nivel moral de las panfletarias arengas. Digo esto porque ya se han escuchado las flores habituales en boca de lo/as también habituales. Es sorprendente, pero cuantas menos posibilidades de comerse un rosco políticamente tienen, más se tiran al ruedo de la ordinariez y el insulto. En esto se lleva bastantes puntos el señor Rovira (Lloseplluís, no se vaya a cabrear y piense que mis opiniones proceden de la nefasta influencia del torpe centralismo opresor). Este señor, al que yo -según lo que me enseñaron- seguiré llamando señor, porque eso es lo educado, no porque piense que lo merezca, acostumbra a decantarse por lo escatológico, quizás por las influencias de sus patrióticos caganets. Más y mejor que las encuestas te sirve esto para calibrar el asunto; a nivel nacional, cuanto más horteras y maleducados se muestran, es porque menos posibilidades tienen (y ellos lo saben). Dejémoslo, quizás nos merecemos esto por no pensar, por dejarnos llevar por clisés y eslóganes antiguos y desfasados.
Hasta ahora hay que agradecerle a los dos grandes partidos que todavía conserven ese mínimo de educación requerido y no se hayan tirado a la yugular del insulto, quizás porque hasta ahora, ambos tienen atados cortos a sus respectivos insultadores titulares. Gracias partidos, explicaros y no aplicaros.
Yo, para –entre otras cosas- disfrutar y darle gusto a cuerpo y mente, me voy a despistar unos días; salgo en agradable compañía a un mini viaje, que espero me sirva para ampliar horizontes mentales y físicos y me ayude a ver cosas nuevas. Por tanto estaré ausente por unos días de este confesionario donde acostumbro a plasmar las preguntas que me asaltan y que me ayuda a intentar tomar distancia para poder ver mejor el bosque de la realidad, que me ocultan los árboles de la propaganda.
Me prometo a mí mismo estar de vuelta a la labor tecno-pendolista para el miércoles si todo va bien, que es como tiene que ir.
Esta semana pasada dejó perlas que aunque de elevado nivel, estoy seguro que serán superadas en estos próximos tiempos, cuando los primeros espadas se cansen, tiren de banquillo y salgan los segundones con ganas de hacer méritos. De todas maneras, la semana ha sido mayormente besucona; a los cálidos besos de la pareja matritense se han unido los mediáticos y virtuales ósculos con que nos han regalado el señor Aragonés y el señor Raúl. Estemos tranquilos, con la Guía de instrucción para el manejo del “hermanillo chico” de los infantes catalanes y estos amores, la patria está salvada; ya tenemos aseguradas varias cosas. Que los mozuelos catalanes se la van a machacar acorde y según normas escritas; que en Madrid se quieren; y que llegaremos a cuartos de final. ¿Qué más queremos?
Por mi parte intentaré hacer alguna foto guapa durante el viaje para colgarla aquí.
Pepeprado
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