El estado del que suscribe

Fatal. Menos mal que como ya se ha acabado lo del debate, ya ni teles ni periódicos se acuerdan de la gripe numérica. Casualmente ha sido pasar el acto y dejar de darle importancia al asunto. Pero, yo, que siempre voy a mi aire, ahora es cuando he cogido esta tranca que me tiene listo. Ya pasará.

Anoche me han dicho que jugaron los dos equipos que no quieren jugar. Y pasaron cosas, como mínimo, “curiosas”; “TVE no retransmitió en directo el himno nacional por "un error humano”. Por lo visto, ya digo que hablo de oídas, estos ciudadanos, que aspiraban a ganar algo que no quieren, se comportaron como lo que son. Aquí, que cada cual ponga el adjetivo. Yo, tras preguntarle porqué con Franco aplaudían a rabiar, les pondría directamente el de imbéciles profundos, ya que no se dan cuenta de que sus equipos son “grandes, porque juegan en una liga “grande”. Si no, ya me dirán el realce y la importancia de ganar la liga de San Marino. En fin, allá ellos. A mí personalmente, lo que me gustaría es que pudiera haber intercambio político-futbolístico. Es decir, que pudiéramos fichar de presidente del gobierno al señor Guardiola, que está dando muestras -entre otras virtudes-, de templanza, educación y respeto. Darles a cambio a don JL para que les regale optimismo, control del gasto y buen hacer. No creo que cuele, pero por si caso, lo intentaría. Mientras, pasó esto; “Los Mossos detienen a 45 personas, cinco menores, tras la victoria del Barça” No me parece aceptable llamarlos personas, mejor diríamos simples individuos.

Como estoy mal, lo dejaré pronto, pero no quiero dejar esto atrás; “Arrestan al segundo violador del Eixample por otro asalto” Mencionarlo es solo para reivindicar a este probo ciudadano como próximo ponente universitario. El previo ponente excelso, defenestrado de las lides universitarias por la estrechez de miras de la afición, se ha re-re-ciclado; “El ex alcalde de Marbella aparca sus intentos de convertirse en carne de exclusivas o en conferenciante y se mete a relaciones públicas de un restaurante en San Pedro Alcántara”. Imponente. Es la vuelta a los orígenes. No le encuentro explicación a eso de ser, “relaciones públicas”. Generalmente a los restaurantes yo creía que se iba a comer, no a que te dieran conversación, pero los tiempos parece que han cambiado. Lo único que está claro, es que si a los gastos generales le enchufas un sueldo nuevo, totalmente improductivo, la tortilla va a salir más cara, y el restaurante te la va a cobrar a millón. Por si acaso, para los que no quieran darle ni un duro (más) a este individuo, el nombre del establecimiento es “Restaurante Nuevo Reino”. Ya lo sabéis, a este ni agua.

En Aquí, otra clamorosa muestra más de la imprevisión, la inconsecuencia y la futilidad; “La Ciudad de la Justicia no puede acoger más juzgados” Que llamen a don Bermejo y le pidan cuentas. Lo dejo, toi fatal.

Hasta mañana.

Pepeprado