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viernes, 14 de enero de 2011

Un hito en la salud

Hoy me voy a despachar con una sola noticia. Me decido a hacer esto porque últimamente me da la impresión de que casi todas las que aparecen en periódicos, radios y teles, se refieren a desastres, crímenes y cosas similares (sin entrar en la credibilidad de algunas, tintadas por el color del dinero o la fidelidad partidaria). Por eso, aplaudo una gran noticia que ayer me despacharon. De forma muy acertada durante el telediario de la hora de comer; la cerveza no es culpable de eso que se ha dado en llamar “la barriga cervecera”.
Esta es una fausta noticia que me eleva el ánimo, me alegra el corazón y me exalta el espíritu.
Dice la noticia, arriesgándose a las iras de doña Bibiana, que para un macho tres al día (cervezas, claro) y para una fémina dos, son, no solo inocuas sino hasta beneficiosas ya que te regulan del colesterol, te bajan los triglicéridos, te repasan el hígado, te nitrogenan los riñones y te ponen de un contento que da gloria.
Esto último ya lo sabía yo hace tiempo. Una cervecita, fresquita, jugosa y con el cristal debidamente empañado, es algo difícil de describir, es la ambrosía del pobre y la alegría momentánea y digerible para todos. El placer de echarse unas cañitas, que después te ayudan a ejercitar ese divino placer de miccionarlas sin problemas, es algo a tener en cuenta, es un bien para el espíritu y un refresco para las ideas.
Todo esto es algo que me da la impresión que todos mis amigos, al igual que yo, lo sabían hace tiempo, pero que para darle forma “oficial” se han tenido que reunir varios doctos estudios y universidades para constatarlo de forma fehaciente. Se podían haber ahorrado los gastos y habernos preguntado a los cerveceros impenitentes. Generalmente somos gente dispuesta a compartir esos nuestros pequeños secretos domésticos con algún colega necesitado.
Todo esto, me da en la nariz que sólo tiene un inconveniente; si estos dicen que la cerveza es algo bueno, que no es un problema y que merece la pena tomarla, lo más seguro, es que llevará a este gobierno a prohibirla.
Estoy completamente seguro que cuan do la Menestra de Sanidad (no está mal rescrito ni equivocado, me refiero a la presunta señorita con ensalada mental), se entere de todo esto, seguro, segurito, que se le pone en el…. prohibirla (poner cada cual el origen de sus pensamientos en la línea de puntos), no sea que ese símbolo de libertad que es tomarse unas cervecitas nos haga algo más pensadores, que eso no puede ser.
Para no llamar más la atención sobre el tema, lo voy a dejar, pero para auto compensarme por tener esta clase de dirigentes, y reafirmarme en esta mínima parcela de libertad, me voy a ir con mis colegas del Foro y lo primerito de todo… me voy a tomar una cervecita… o dos.
Otro día investigaré cual puede ser el origen de mi barriga, que eso sí, ya lo han dicho oficialmente, no es cervecera.
Hasta mañana.
Pepeprado

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