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sábado, 16 de febrero de 2013

Por el del viernes

Este desvarío es a cambio del correspondiente al viernes, día en que no estuve aquí, a pie de obra, por los asuntillos familiares propios del jubilata actual.

Bien. El jueves como ya dije primero radio, después la presentación del cartel de Frente a la Tribuna. Creo estuvo bien, pero como participante activo, al presentarlo, no me atrevo a dar más opiniones, ya que no soy imparcial, por más que lo intente, en este asunto. Sí es innegable, que el acto, dentro de nuestro espíritu familiar, estuvo distendido, alegre y pacífico.
Después hubo Foro, también pacifico, donde pasamos revista a las cosas que vamos a arreglar en el futuro inmediato (elegir Papa, cambiar itinerarios, o declararle la guerra a Corea del Norte, etc.…) tomando las decisiones habituales, es decir ninguna.
Después un pos-Foro, algo más agitado, donde se intentaron aclarar algunas posiciones sobre un asunto interno. Desagradable como son todas las discusiones, con la aparición del nuevo modelo de opinante que hay ahora en nuestra sociedad y que parece que lo contagia todo; el güenista irredento que quiere a todo el mundo y comprende a todos los que están perseguidos (aunque lo estén por asesinato múltiple). Espero que al menos que la escaramuza haya sido, al menos, oxigenante. Ya veremos.
Ayer, al concierto de la OFM. Este señor, el actual director va a dejar a la orquesta más sola que la una. No entiendo sus criterios para elegir temas, ni las presiones a las que somete a sus músicos, pero algo es ya cierto, lo tengo claro; como no me gusta lo que no entiendo, se va a quedar sin mi asistencia. Este año va a ser mi último año de abono. Dimito como asistente asiduo.
De la vida ciudadana en general, acabo de leer un pequeño informe sobre los negocios de la familia más laboriosa del país, los pujolines. Es una reflexión de alguien pero basada en un informe del Registro de Sociedades, hay que estudiárselo.
Esto se añade a unos comentarios oídos el mismo viernes, de boca de don José Oneto, que se maravillaba de que ene esta familia todos sus elementos, hubieran salido unos magos de las finanzas, sin ninguno más torpe que otro.
Estoy de acuerdo con ello, lo normal es que en una familia, especialmente si se compone de los padres más “ocho” vástagos, haya de todo; estudiosos, vaguetes, trabajadores, licenciados, hábiles para las manualidades, artistas, de ciencias, de letras, etc. y últimamente… parados. Esta familia no. En esta familia, todos los retoños masculinos, son unos habilísimos (iba a escribir empresarios, pero no, son otras cosas) ¿gestores? y/o capitanes de empresa. Entre solamente ellos cuatro, Pedro, Jorge, Pepe y Olegario, han actuado en más de setenta sociedades. Por supuesto sacando una pastizara en cada una de ellas.
Como es interesante, en un post aparte y como anexo y continuación de este, voy a reproducir el artículo tal como me ha llegado, aunque echo en falta a la parte femenina encabezada por la mamá, sin cuya intervención no se movía un clavel en Cataluña en la época en que quién pagaba las flores “oficiales” era el President, es decir su consorte, y a otros daños colaterales, o miembros y miembras de la familia (yernos, primos, consortes, etc.).
Echadle un vistazo, es muy ilustrativo.
Hasta mañana
Pepeprado


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