Este
desvarío es a cambio del correspondiente al viernes, día en que no estuve aquí,
a pie de obra, por los asuntillos familiares propios del jubilata actual.
Bien.
El jueves como ya dije primero radio, después la presentación del cartel de
Frente a la Tribuna. Creo estuvo bien, pero como participante activo, al
presentarlo, no me atrevo a dar más opiniones, ya que no soy imparcial, por más
que lo intente, en este asunto. Sí es innegable, que el acto, dentro de nuestro
espíritu familiar, estuvo distendido, alegre y pacífico.
Después
hubo Foro, también pacifico, donde pasamos revista a las cosas que vamos a arreglar
en el futuro inmediato (elegir Papa, cambiar itinerarios, o declararle la guerra
a Corea del Norte, etc.…) tomando las decisiones habituales, es decir ninguna.
Después
un pos-Foro, algo más agitado, donde se intentaron aclarar algunas posiciones sobre
un asunto interno. Desagradable como son todas las discusiones, con la aparición
del nuevo modelo de opinante que hay ahora en nuestra sociedad y que parece que
lo contagia todo; el güenista irredento que quiere a todo el mundo y comprende
a todos los que están perseguidos (aunque lo estén por asesinato múltiple). Espero
que al menos que la escaramuza haya sido, al menos, oxigenante. Ya veremos.
Ayer,
al concierto de la OFM. Este señor, el actual director va a dejar a la orquesta
más sola que la una. No entiendo sus criterios para elegir temas, ni las presiones
a las que somete a sus músicos, pero algo es ya cierto, lo tengo claro; como no
me gusta lo que no entiendo, se va a quedar sin mi asistencia. Este año va a
ser mi último año de abono. Dimito como asistente asiduo.
De
la vida ciudadana en general, acabo de leer un pequeño informe sobre los
negocios de la familia más laboriosa del país, los pujolines. Es una reflexión de
alguien pero basada en un informe del Registro de Sociedades, hay que estudiárselo.
Esto
se añade a unos comentarios oídos el mismo viernes, de boca de don José Oneto,
que se maravillaba de que ene esta familia todos sus elementos, hubieran salido
unos magos de las finanzas, sin ninguno más torpe que otro.
Estoy
de acuerdo con ello, lo normal es que en una familia, especialmente si se
compone de los padres más “ocho” vástagos, haya de todo; estudiosos, vaguetes, trabajadores,
licenciados, hábiles para las manualidades, artistas, de ciencias, de letras, etc.
y últimamente… parados. Esta familia no. En esta familia, todos los retoños
masculinos, son unos habilísimos (iba a escribir empresarios, pero no, son otras
cosas) ¿gestores? y/o capitanes de empresa. Entre solamente ellos cuatro,
Pedro, Jorge, Pepe y Olegario, han actuado en más de setenta sociedades. Por supuesto
sacando una pastizara en cada una de ellas.
Como
es interesante, en un post aparte y como anexo y continuación de este, voy a reproducir el artículo tal como me ha llegado,
aunque echo en falta a la parte femenina encabezada por la mamá, sin cuya intervención
no se movía un clavel en Cataluña en la época en que quién pagaba las flores “oficiales”
era el President, es decir su consorte, y a otros daños colaterales, o miembros
y miembras de la familia (yernos, primos, consortes, etc.).
Echadle
un vistazo, es muy ilustrativo.
Hasta
mañana
Pepeprado
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