En Chile han acabado, por fin, de sacar a los mineros de su casi prevista tumba. Enhorabuena. Ahora harán series, miniseries y películas donde contaran cada cual lo que les parezca, pero eso es inevitable. Aquí, TVE está preparando una miniserie sobre el asesinato de carrero Blanco, que seguro que será “totalmente imparcial”.
Lo del desmadre viene porque todas las noticias de por aquí son lastimosas y lastimeras.
La Vicepresidenta doña Maritere, tras meses de estar desmantelando en silencio un monumento nacional, sale diciendo que hay “total transparencia”; “No se han tocado restos en el Valle de los Caídos/ María Teresa Fernández de la Vega asegura que los estudios se están realizando con "total transparencia". Será para ella. Que yo sepa, ninguna de las televisiones del régimen, ha dicho ni pio sobre el tema en los últimos años. El muro de silencio cuelga sobre Cuelgamuros. El templo del Valle, incluida sus estatuas, es una muestra de un tiempo y eso de borrar los nombres de los faraones de sus tumbas cuando palman, es poco democrático. Pero igual que quiere prohibir que la gente se exprese en los desfiles, también querrá hacerlo con que la gente piense. Democracia a todo gas.
Claro que esas cosas, esas obscuridades, esos desmentidos y esos bandazos, han hecho que a España no se la respete nada más que jugando al fútbol; “Tras los incidentes en las aguas del Estrecho/ Caruana tensa las relaciones con España suspendiendo reuniones sobre Gibraltar”. Está claro, vista la inoperancia de la política española, incluida la del ministro señor Desatinos, hasta una gran potencia como Gibraltar se nos sube a las barbas. Ahora iremos de rodillas a pedirle perdón al señor Caruana, al qué, de casi alcalde de pueblo, Lo hemos convertido en líder mundial.
Todo esto, esta cultura de la ignominia, el pelotazo y la falta de vergüenza se traslada al pueblo antes llamado llano, y al que ahora habría que llamar escabroso. Todo se puede revender, a la policía no se la respeta, a la justicia no se le tiene la más mínima fe, así que todo vale; “La jeringuilla perdida y la venta de la exclusiva de la muerte de Antonio Puerta/ La residente del piso en que murió Puerta tardó apenas 12 horas en encargar a 'un amigo' la comercialización de 'material muy potente'”. Este personaje, Puerta, que ha pasado ya a la historia de este país como alguien notable, va a explotar la vena maloliente hasta después de muerto. Eso sin contar qué, si las películas de la tele no mienten, eso de ocultar pruebas a la policía creo que es delito. Claro que con el Código tan dúctil que tenemos, que protege a los sinvergüenzas, a lo mejor hay alguna exención para los que “divulgan” este tipo de cosas.
También en Aquí siguen las cosas raras y, desgraciadamente, abundan en Sanidad y Educación; “Trasladada en camilla por la calle/ Muere en el traslado entre el Materno y el Civil”. Toda la actuación parece un despropósito, pero está agravada por el hecho de que la fallecida, que parece que lo fue por problemas de corazón, llevaba varios meses en lista de espera. Seguramente si hubiera pedido que le cambiaran el sexo, habría sido atendida de inmediato, pero, ¿del corazón? Eso puede esperar.
En Educación, sigue la batalla de los padres para conseguir que sus niños coman caliente, pero esa está perdida. Los amigos del jefe son los amigos. Eso es inamovible.
Hasta mañana.
Pepeprado
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