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martes, 20 de octubre de 2015

Vaya finde

Ayer falté a esta cita. Fue debido a las secuelas de un finde bastante triste y malo.

Para empezar, y esto fue lo peor de todo, falleció un gran amigo. Dada su relevancia social en esta ciudad, no me importa por esta vez, dar el nombre; don Alberto Jiménez, abogado, cofrade, pregonero y especialmente un “buen hombre bueno”. Tuve la suerte de compartir con él aquella mili ahora tan olvidada, e hizo que pasara en ella algunos de los mejores ratos que se pueden pasar. Después continuamos la amistad y nunca jamás, le escuché una mala palabra o un gesto desabrido hacia nadie. Con una vida extensa, con los altibajos propios de todas las vidas, la llenó con cultura, buen gusto e indudable buen humor. Por eso, no quise ni ir a su entierro, no quiero que la última imagen de mi amigo, sea una caja de madera y cuatro cirios. Hasta la vista Alberto.

Para olvidar este mal trago, el resto del finde ha sido bastante pintoresco. Mi módem de cabecera decidió abandonarme y estuve sin Internet hasta que Movistar se apiadó de mí, y además, lo que Haciendo llamó en su momento “mi parque móvil”, es decir los dos coches de casi mi misma edad, fueron a revisión, uno de ellos, gracias a una gilitontéz mía, con lo que ayer, tuve que instaurar, a imitación del Corte Inglés y sus  Días de la Madre, del Abuelo, del Ferroviario en excedencia, etc.…, mi particular Día del Automóvil Escachifollado.

Naturalmente, todo esto vino acompañado de carreras, viajes, grúas y condimentado por comidas tardías, cabreos sordos y atracos a la tarjeta de crédito. Al fin, ayer, parece que puse fin a este malhadado finde y espero recuperar una cierta normalidad.

Cómo es natural, esto me ha impedido estar al día de los desbarres de nuestros políticos y los líos judiciales patrios, aunque por su insistencia, no me he podido escapar de las últimas actuaciones de don Pedro, que tras meter en el saco a su nuevo fichaje, ahora se descuelga con esta bella declaración; “La prioridad política de mi generación es reformar el Estado para convertirlo en laico”. Este, por lo visto no se ha enterado que eso del laicismo está desde ya hace tiempo, asumido. De lo que él habla y aspira, es de prohibir a todos que piensen por sí mismos y decidan si quieren ser católicos o no (por supuesto, ateo, musulmán, o budista se puede ser sin problema). Hasta el ex Gran Visir don Rubh-al-Kabah ha salido de su escondite y le ha pedido que la nueva doña Irene (nueva en todo, hasta en convicciones) tenga un gesto hacia sus antes denostados militantes socialistas. Realmente, ésta ya lo ha hecho, ha dicho que ella viene a vigilar las convicciones democráticas de todos lo demás y todo lo demás, pero que las de su nuevo y amado partido no las va ni a mirar no vaya a ser que la liemos.

Ya hoy, veo la noticia de que a una señora taiwanesa que se puso de parto en un avión, la van a obligar a pagar los gastos del  parto. No sé como andará esto en Taiwán, pero cuando yo trabajaba en compañías aéreas, estas eran responsables de no dejar volar en estado de gestación muy avanzado. Me gustaría enterarme cómo acaba la cosa, por simple curiosidad.
Y lo maravilloso; en España se puede estudiar la FP de Tauromaquia, o sacarse el Título de DJ. Así podremos salir de las listas esas que estudian los noveles ¿educativos? de cada país. ¡Fantástico!
Inserto uno de esos carteles maravillosos que me encuentro por ahí. Este está en los vagones del suburbano, leedlo con atención.

Hasta mañana


Pepeprado

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