Cosas que se pierden

Se pierde de todo, pero algunas de estas pérdidas son de órdago. El peor ejemplo son los 10.000 misiles libios que se han descontrolado y que nadie sabe por dónde andan. Significa que en cualquier momento los alegres chicos de ETA o las criaturitas islamistas te ponen un misil de estos en el salón de tu casa. Va ser cuestión de suerte, o mejor dicho, de mala suerte. Habrá que decirle al escritor etarra premiado que ruegue por nosotros.

Sin embargo, aquí en nuestro país, lo que acostumbra a perderse es la pasta, aunque como contrapartida siempre hay quien se la encuentra.

Por ejemplo, en Galicia hay un industrial que ha declarado que el señor Blanco, recibió 400.000 euretes en facturas infladas, y que también hubo pasta para dos diputados, del PP y del BNG. Aparte de lo arrebatador que es, enterarte de que para estas cosas sí que están de acuerdo, te entra un cierto yúyu saber en que manos estamos. Aclaremos que, naturalmente, el mencionado en estas confesiones de la operación Campeón, ha puesto el grito en el cielo. Habría sido bueno que también hablara alguna vez de aquello que se llamó Villa PSOE donde se han hecho una urbanización guapa y exclusiva en una isla de una ría protegida. De eso no se habla.

Es también conmovedor enterarte de qué, vía impuestos, has recapitalizado a las cajas gallegas y que lo primero que han hecho tres de los dirigentes de Novacaixagalicia, es repartirse 20 millones de euros entre ellos en sus autodespidos y sus fondos de pensiones. Estos veinte millones vendrían muy bien para la Sanidad, por ejemplo.

En nuestro territorio cercano, también nos lucimos un montón. Ayer en una noticia salía que el Ayuntamiento tiene reconocidas 15 tarjetas de crédito autorizadas a gastar 70.000 € al mes. Para que la cosas sea todavía más surrealista, estas tarjetas ni siquiera están en manos de concejales elegidos democráticamente, las “disfrutan” directivos de empresas más o menos cercanas a la municipalidad, destacando que la beatiful people del Palacio de Ferias tiene 8 de ellas. Que mala suerte he tenido yo, que nunca he encontrado un trabajo que le gustara tanto a un ayuntamiento como para darme estas facilidades. Siempre me he tenido que pagar mis gastos.

Hoy sigue el asunto de estos buenos “trabajos”. El edificio de Art Natura, en el que el Ayto. ha metido pasta por un tubo, ahora no vale para museo ni nada parecido, pero es, en cambio guay del Paraguay para vivir; “El PSOE pide explicaciones sobre los cargos de Art Natura alojados en Tabacalera”. Naturalmente estos directivos argumentan que vivir allí es legal y no me extrañaría que pidieran un plus por “sacrificarse” viviendo en tan privilegiado lugar.

De todo esto, y para distraer, los jueces han metido en el talego a alguien, al ex alcalde de La Viñuela, por motivos urbanísticos. ¿Con qué alto cargo de su partido no habrá querido repartir este, para que lo hayan abandonado?

Me voy, pero antes, algo divertido. Los electores de los Nobel, que no creo que estén matados trabajando, le han dado uno a un muerto, cosa que prohíbe expresamente sus estatutos, de las muy pocas que veda. Dicen que no lo sabían, con  lo que demuestran la profundidad de su investigación e intenso estudio del tema. Estos, seguro que también cobran por este trabajo. Romanticismo en estado puro.

Hasta mañana.

Pepeprado