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viernes, 1 de junio de 2012

Lo que estamos llegando a ver


Ayer no tuve oportunidad de sentarme en este muro. De entrada tuve que cumplir con mi prima, la de riesgo (es decir, hacer la declaración del IRPF) para que Hacienda, que somos todos menos algunos, me deje tranquilo dentro de lo posible, Tras esto, el día descabalado, no pude dedicarme a esto, aunque el día se podría resumir en; noticias malas y acoxone general.
Siguiendo con estas noticias malas, viene eso de “a lo que estamos llegando”, que cosas antes impensables.
Ahora hay una protesta de los guardias civiles, ¡ojo!, no digo de la Guardia Civil, sino de sus números, de esos que se juegan el bigote por nosotros cada día; “Piden en su lugar comprar chalecos o reparar sus coches/ Guardias civiles piden la supresión de los 'fastos' del Día de las Fuerzas Armadas”. Qué estos señores no tengan ni chalecos ni gasolina para los coches,  es otra gota más en el derrame de nuestras penurias.
La pena negra anda por estos andurriales. Aquí ya no tiene pasta ni la que nos parecía nadaba en ella, doña Tita. Me maravilla, es una señora, es la única que ha reconocido públicamente sus problemas, no les ha puestos paños calientes.
Eso sí, dicen que cómo los ayuntamientos están pagando las deudas de hace mil años, (bueno, sólo algunas de ellas), algunos pequeños empresarios pueden quitarse la bombona de oxigeno momentáneamente. Por ahora han cobrado unos 300 millones, lo malo es que algunos no han sobrevivido para cobrar.
A pesar de ello, el Ayuntamiento sigue con lo de las obras del Metro cerradas hasta que no haya dinero. La Junta no afloja la pasta y creo que a los de mi generación nos va a resultar difícil montarnos en el Metro de Málaga. Para cuando lo inauguren, si esto acontece, casi todos habremos palmado.
Por cierto, ya están empezando a salir cuentas sobre los IBIS. Haber levantado la voz contra los no pagos de la Iglesia ha hecho mirar las cuentas de más gente, y así, por ejemplo, notar que la Junta, sí esa que tampoco paga el Metro, debe a Málaga otros cuatro millones de euretes… por el IBI de sus edificios. Esto viene a recordar aquello del alguacil alguacilado, aquél sueño de don Francisco Quevedo, qué, no olvidemos, era un coloquio de este, con el Diablo. Increíble la visión de futuro de don Paco.
En el capítulo de gilitontadas, están proliferando las que encima, son peligrosas. Hace poco fue la del metro de Madrid, ahora ha pasado en Málaga, en el Clínico, donde “alguien”, cortó los cables de los aparatos de cuatro quirófanos  dejando a estos inutilizados.  Sería de justicia que al autor o autores de esto, les hiciera falta un quirófano y no lo hubiera, pero claro, estos seguro que van a la privada.
En las personales, hay un par de ellas que son para estudiarlas. La primera, local, de un joven que por haber olvidado las llaves en casa se puso a trepar por la fachada y se ha dado un talegazo de órdago que lo tiene fatal. Que se mejore y se le aclaren las ideas.
La otra de un país de esos que los cursis llaman sugestivos, Egipto. Ahí, un egipcio (también debe ser algo cochinete), estaba viendo pelis porno en Internet (parece no lo prohíbe la ley islámica), cuando descubrió en una de ellas, que la artista era su parienta, su amada esposa, la mamá de sus cuatro retoños. Para mayor recochineo, le restregó que  rodaba con uno de sus amantes.
Mejor lo dejo, hoy hay Foro, me sentaré a cavilar antes.
Hasta mañana.
Pepeprado

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