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martes, 4 de junio de 2013

Los olvidos interesados

Me sigue resultando muy curioso eso de los olvidos por parte de los media de determinadas noticias que casi siempre pueden perjudicar a sus, llamémosle, benefactores.
Hoy, que escribo esto algo más tarde, me ha dado tiempo no solo a echar un vistazo tempranero a las noticias, sino también a ver las reacciones de las grandes cadenas ante estas.
Por ejemplo, los datos del paro, que aun siguiendo pavorosos, al menos han experimentado una leve mejoría, que esperemos sea un feliz principio y no una nube pasajera. Pues bien, ante esta noticia, las emisoras afectas, esas que se declaran imparciales, aunque no han tenido más remedio que recoger el dato, es un dato oficialmente publicado, siempre han terminado sus intervenciones, no resaltando la parte feliz y esperemos que esperanzadora, sino cargando las tintas en los que quedan parados. Esta la táctica del “bueno si, pero…”. Esto, el zapaterismo rampante lo llevaba muy bien; cuando nacía un niño con tres cabezas era porque don José Luis estaba primando la búsqueda de nuevos cerebros, y cuando algo le salía rana, es porque la oposición estaba controlada por los demonios de la iglesia.
Ahora en cambio, en esos “olvidos piadosos”, se incluyen los de noticias poco agradables a los subvencionadores del pasado y que esperan lo sean del futuro. Por ejemplo, con la apertura a la luz pública del sumario de la Juez señora Alaya, la de la imagen de esfinge justiciera, han salido los sonoros nombres del intimo amigo de la señora Pantoja, señor Zarrias, e incluso el del señor Griñán, actual amo de la Cortijá. Pues bien, las cadenas están dedicadas a despellejar a… ese salvaje que se decía monje de Shaolin y que en contra de los que predicaba aquella serie de ser más bueno que la leche, se ha dedicado a torturar y matar a las féminas que se le ponían por delante, seguramente para demostrar lo machote que era. A este, que al fin y al cabo es un asesino  sin paliativos, hay que empapelarlo ya hasta el fin de sus días, y con eso, se acaba el tema, pero a los otros al menos habría que preguntarles si pasaban por allí por casualidad o si es que los ha mirado un tuerto y los ha mirado mal.
Cada vez son más los “indicios” que se acercan a los alrededores de la cúpula de la Junta, y ¡qué casualidad!, eso no parece llamar la atención de ciertos periodistas. De esto no se habla.
Tampoco he escuchado nada en las cadenas presuntamente “independientes” sobre los apuros del señor Tomás el de Madrid, el eterno aspirante, que por lo visto, también presuntamente, tiene mas líos que una casa de fantasmas, pero qué, también pudorosamente, se esconden tras un velo de cariño periodístico. Es más divertido el pim pam pum contra la señora Mato.
Por eso, creo que estos media que nos desasisten, en vez de envolverse en la manta de la decencia y la libre información, se han decantado por la sentencia cervantina del “no hay recuerdo que el tiempo no borre, ni pena que la muerte no acabe”. Así, dejando que las cosas se olviden, se agradecen muchos favores. ¿O no?
Hasta mañana
Pepeprado

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