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 Cómo lo de los griegos parece ir como el manto de la mujer de Ulises, en el que don Tsipras, cual emulo de Penélope, desteje cada noche lo que se haya tejido y acordado durante el día, mejor lo dejo reposar, a ver si como algunas de las buenas comidas, saber mejor cuando le pasan horas o días por encima.

Aclaro que esto de acordarme de las comidas es para estar en la onda, porque está visto que en este país, ahora ser ingeniero aeronáutico o premio Nobel de Fisiología aplicada, tiene muchísimos menos méritos que ser cocinero de relumbrón y tele.  Anoche desde la lejanía, oía cómo el destino de nuestro país se dilucidaba en los fogones televisivos patrios. Por  lo que me cuentan, después hubo otro programa de cocina y habrá otro, y otro, y otro…  El desmadre cocineril nacional actual es tal, que he llegado a pensar que la crisis griega se arreglaba, mandándoles unos pocos de cocineros luxury allí, para distraer al personal.

Aquí ya hay masterchefes, minimásteres, cocineros móviles, fogoneros tradicionales, revolucionarios de la marmita, dominadores del wok y miles de cosas más. Sólo nos falta una organización fundamental; Cocineros Sin Fronteras.

Organizándola debidamente, naturalmente con su Director General, sus dos o tres vicepresidentes y cuatro o cinco subsecretarios, y gestionándose ellos mismos una sabrosa subvención, y pertrechados con su correspondiente Visa OroBlack, podrían acudir pues, en defensa de los griegos. Así entretenían al personal y lo distraían de manifestaciones, referendums y demás gaitas y la cosa, no se les arreglaría, pero estarían ocupados en discutir sobre a quién se le cae antes el souflé o quien maneja mejor el cucharon.

Como los asuntos de rectores afines al régimen también van a tardar en aclararse, si alguna vez se aclaran, ahora que está sentada a la vera de la diosa madre, mejor me paro en esa delirante sugerencia de los arquitectos malacitanos de querer echar abajo el Málaga Palacio y toda la  manzana aneja. Para que la sugerencia sea aún más sorprendente si cabe, proponen cerrar el parque y dejar aquello como una reserva sioux. No aclaran si a los que estamos quedando aislados, rodeados solos por mesas y sillas de bares, restaurantes y manifestaciones, nos mandarían los suministros en helicóptero o en paracaídas desde gran altura.

Esta idea de dejar las catedrales aisladas, enhiestas y desconectadas en su soledad, es bastante original. Deberían mirar, por qué, como decía aquel programa, “todo está en los libros”, que las  catedrales, todas las catedrales, nacieron como aglutinantes de la vida ciudadana, en medio de la trama urbana, y con barrios enteros adosados a sus muros.

Encima, es aterrador pensar, cuanto podría durar esa obra. Con los precedentes de metro, auditorio, etc.. sería para echarse a temblar. Como humilde muestra de la rapidez urbanística local (a menos que afecte a alguna amiga de una concejala o similar), una de mis imágenes. Se ve que las obras de la reconstrucción de la calzada del entorno de los Mártires, estaba previsto estar terminada el 15 de junio. Ya es Julio y no se ven trazas de que aquello vaya a acabar,

En la otra imagen, correspondiente a la manifa tradicional de ayer por la tarde, unos manifestantes, más o menos 30 o 35, con medio centenar más de mirones más o menos asombrados o militantes lejanos, tenían la solución para todos; salirnos “ya” del euro, de Europa y de cualquier otra cosa, … menos de la Champions League, supongo

Estamos aviados con los que piensan por nosotros.

Hasta mañana

Pepeprado