A los mal pensados se les habrá venido a la mente el anuncio aquél tan fino y delicado, pero no, esto viene a cuenta de lo del asalto a la llamada “flotilla de la libertad.
Todos están clamando contra Israel, y desde luego pienso que lo de liarse a tiros hay que pensarlo más, pero también pienso que todo claro, claro, no está. Lo del doberman, me explico; a mí me gustan los perros, más, me gustan grandes y serios y los trato con una cierta familiaridad. Me llevo bien con ellos porque sigo la teoría que si no les das la lata, ellos tampoco están interesados en dártela a ti, pero… si veo a un doberman, cabreado y acorralado, no se me ocurre irme a tocarle las narices, ni por supuesto mandar a nadie a que se las toque, porque seguro que le va a sentar fatal. Eso es lo que pasa con Israel, están acorralados, no pueden perder ni una sola batalla ni dar un paso atrás, así que con ellos tonterías las mínimas. Eso de “convencer” a unas gentes de buena fe para que vayan a tocarles las narices me parece poco seguro, aunque a lo mejor lo que ha pasado es lo que se buscaba que pasara. Alguna vez se sabrá, pero ahora no.
Otra, la dimisión. Cuado he sabido de la dimisión del señor (este se ha ganado el “señor”) Horst Koehler, presidente de Alemania y sus declaraciones de coherencia y aceptación de su metedura de pata, me ha entrado una envidia tiñosa y reconcomedora. Este señor (lo repito, señor) ha metido la pata una vez, al dar su opinión, a la gente le ha caído mal y consideran que sus declaraciones son lesivas para el país y él va y dimite. Lo dicho, envidia. Aquí pase lo que pase, no dimite ni Dios. La cantidad de desvaríos, robos, enriquecimientos y metidas de mano a la caja, son cosa del día a día y nadie, de ningún partido se va a su casa. Aclaro que dimitir es “decidir por sí mismo”, no me sirven las dimisiones a punta de pistola cuando alguien hace dimitir a otro alguien, generalmente para salvarse él coaccionador. Desde aquella frase famosa de; “si echan a Alfonso, tendrán dos por el precio de uno” que se resolvió echando a Alfonso y olvidándose de la chulería anterior, ha pasado mucha agua bajo el puente, especialmente este año, pero la cosa sigue igual. Los pillan y miran para otro lado. Tanto pasa que ya nos hemos acostumbrado. Una pena, y repito, envidia negra.
La ausencia se refiere a la de noticias sobre la otra ausencia, la clamorosa del Mega Líder en el desfile. Los ciudadanos preguntan, pero ningún medio de comunicación ha dicho ni pío. Todos los periódicos, radios y teles, han pasado de puntillas sobre el tema, seguramente para no molestar a quien les paga. Está bien esto de saber con quien nos las entendemos. Claro que después, los media no pueden pedir credibilidad, esa hay que ganársela, y es necesario luchar por ella.
Una vez aclarado el titular, un par de noticias “tangenciales”. Una es de un Imán que ya se ha hecho cargo del mando; “Amenazas de muerte/ Una 'fatwa' no escrita contra las prostitutas de Cartagena”. El Imán de allí, ha decidido imponer su ley, así, por cataplines. ¿A que no hay nadie que le diga nada? Si alguien pide que vigilen su calle le sacan inconvenientes y respeto a los derechos de los demás, pero a este… lo que a él le salga del turbante vale.
Una foto de cómo está la plaza hoy, con sus elevadores preparados para montar lo que sea y su solana veraniega y la otra noticia, para esperanza de amigos y conocidos. Esta que la comente cada cual; “Congreso de urología / Un spray para la eyaculación precoz”. Fruss, fruss y hecho unos campeones.
Hasta mañana.
Pepeprado
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