Es raro, pero tras ver y oír en las teles y radios, que hay sitios donde se están casi ahogando, lo de estar con este sol de justicia se hace raro, aunque es lo que debería ser.
Las cosas por ahí, como siempre, don Rodríguez ahora, cómo los niños que quieren hacer méritos para aprobar a final de curso, anda pidiendo al G20 que les ponga deberes a todos, porque si a él se los han puesto…
Los demás, totalmente acoxonaditos porque dicen las muy malas lenguas que va a salir la sentencia sobre el Estatut, y claro, eso va a obligar a todos a posicionarse y a decir “algo”, sólo algo, de lo que realmente piensan.
Por aquí, andan cambiándoles las penas a los guarretes adeptos a la pornografía infantil por un cursillo. Seguramente (no lo he querido mirar) será algún estudio sobre la cría de la abubilla en cautividad o la influencia del color malva en la toalla en los hábitos digestivos. Siempre cosas muy necesarias y prácticas.
Por lo demás, y cómo no estoy para mucho, ya que el he vuelto a coger un medio resfriado de esos que te ponen la cabeza cómo un tambor, poco importante que comentar. Lo del mundial es de chiste. Al balón imprevisible se le suman ahora los árbitros previsibles.
Aunque parezca justicia poética y devolución de moneda, lo importante es que tan mal estuvo el robo de Londres, como el de ayer. Una mala acción no se arregla con otra peor. Eso sí, los ingleses que están berreando por esto, no dicen ni mu de la jugarreta del señor Hamilton, o sea que sólo escuece en una dirección. A los mexicanos, tambien les robaron, y de3 esto nadie dice nada, no sea que se cabrée don Dios.
Lo dejo, mañana intentaré hablar de los nuevos horarios de los nenes para ir al cole, y quizás, de la alegre vida financiera del señor Bono, que es apasionante. Hoy no estoy para casi nada.
Hasta mañana.
Pepeprado
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