Indignados al cubo

Los del movimiento se dieron en auto nominarse “indignados”. Me parece muy bien, porque muchos, entre los que me encuentro, estamos lo bastante indignados con la situación actual como para pregonarlo a los cuatro vientos. Pero… la indignación se me empezó a elevar al cubo y a posar la mosca tras la oreja cuando he ido viendo que la indignación no es totalmente ecuánime. A los mayores responsables de la situación actual, gobierno y sindicatos, se les absuelve y su culpa se pasa al otro partido y a los banqueros. Los banqueros pueden hacer lo que quieran, siempre que el gobierno al mando se lo permita. Un gobierno fuerte y responsable pararía a los banqueros, pero el actual lo que ha hecho continuamente ha sido poner el cazo y repartírselo con los sindicatos y los amigos. Y de esto, los “indignados” no dicen nada.

Tampoco se pronuncian contra Bildu, quizás porque saben que esos tienen muy mala leche y pueden decir a sus subordinados que le peguen tres tiros al que se manifieste. De hecho, en un ayuntamiento vasco (Lizarra), han colado de “filtro” contra la prensa a un etarra convicto y confeso, y nadie ha dicho ni pío.

Es más fácil montarle un mingo al señor Gallardón por prohibir los ruidos y la música el día del Orgullo Gay, y acorralarlo, porque este no lleva pistola cargada y montada, que protestarle al Gran Visir, claro que este es el que les está permitiendo hacer lo que ellos quieran y usurpar los espacios públicos sin ningún problema. Para demostrarlo, anoche en mi plaza, echaron un partidillo de futbol, con sus gritos y sus animadoras, sin ningún tipo de estorbo. ¿Qué pasaría si yo me pusiera a echar un ratito con mis amigos? Seguro que se indignarían los indignados.

También se indignaron al ver a la señora Thyssen, pero cuando le fueron a cantar la gallina a doña Carmen Calvo, llegó la policía y se largaron; otro signo de igualdad.

Tampoco se indignan cuando se ven los trapicheos del TC, que se está forzando a una (otra elección) de sus miembros antes de que pueda pasar lo que pase en las próximas elecciones. Eso no indigna a los indignados.

En fin, que esa primera oleada de búsqueda de la verdad, cada vez está más deslegitimada y la impresión que se desprende de estas cosas es que unos pocos de los más indignados, lo que están, es cabreados porque ellos todavía no tienen coche oficial, aunque ya hay algunos que están a punto de conseguirlo.

Nada de  sabe del indignado al que le ha tocado 1 millón trescientos mil euretes en la Primi. Todavía no se  sabe fecha ni lugar donde se va a producir el reparto del dinero entre sus colegas.

En cambio a mí, me sigue indignando que un tío se haga pasar por lesbiana siria en una red social llegando a tener miles de doloridos seguidores, cuando en realidad resulta que son dos tíos, él y su editor que habían montado este negocio para aprovecharse de los políticamente correctos.

O me indigna que en Málaga una tía, sí, tía, no señora, vendiera droga y la llevara en el carrito de su bebé, pero, claro, esas cosas solo me indignan a mí que soy un conservador, retro y me imagino que me tacharan de facha… ¿Qué sabrán ellos?

Hasta mañana.

Pepeprado