Han
salido las cifras del paro de este último mes. Ha bajado el paro levemente. Naturalmente
han influido las contrataciones por las Navidades, pero según yo veo en la
calle, estas no han sido tantas, ya que esos “refuerzos” que antes hacían comercios
y negocios para afrontar la Navidad, ya desde el principio se sabía no iban a hacer
falta. Por lo tanto esa leve bajada, es más real, y un levísimo rayo de luz, por
mucho que los agoreros insistan en echar abajo las esperanzas de todos. Allá ellos, es preferible
pensar en positivo.
Lo
de los impuestos viene por esa noticia de que don Putin ha concedido la
ciudadanía a don Depardieu. En principio la cosa suena rara, pero cuando te
enteras de que en su pueblo le quieren quitar el 75% (eso, el setenta y cinco)
de sus ingresos en concepto de impuestos, ya se entiende más.
Ahora
con ese falso sentido de la redistribución de la riqueza, es muy progre pegarle
palos a los que más ganan, para repartírselo. Eso suena muy guay, pero hay que
hacerlo con mesura y con cabeza. Generalmente estas personas que ganan mucho,
además producen puestos de trabajo y dan también dinero a ganar a mucha gente.
Si a estos los convencemos de que cuanto más ganen menos les va a quedar,
corremos el peligro de que hagan la maleta y nos dejen con tres palmos de
narices (tres es más que dos) con lo que podemos hacer un pan como unas tortas.
Se
produce además un caso curioso, y es que muchos de los que protestan y van a
manifestaciones de esas de caviar y progresía, tienen ya, desde hace tiempo sus
caudales en otros lugares, por ejemplo en los denostados USA, donde protestan contra
el Imperio pero viviendo en ese mismo imperio.
Los
impuestos son una menara de redistribuir la riqueza, pero al que la produce,
algo hay que dejarle para motivarlo. Tambien considerar que, entre las pobres
criaturas que actualmente están en el paro por obligación, hay incrustadas una
gran cantidad de esos que no han pegado un palo al agua en su vida y están dispuestos
a vivir del estado hasta su palmatoria. Con el agravamiento de que estos, como
no se han desgastado, duran mucho y así cobran por la cara mucho tiempo.
A
mí de siempre me han sorprendido mucho esas pensiones “no contributivas”, porque
nadie me sabe explicar cómo, salvo honrosas excepciones de madres abandonadas y
situaciones similares, un ciudadano puede llegar a los 65 tacos sin haber
cotizado ni un solo día. ¿Milagro?
Así
que mejor qué, vistas las barbas de Depardieu, pongamos las nuestras a remojar
y afinemos en eso de los impuestos, no sea que nos quedemos aquí nada más que
los que no nos queda más remedio.
Con esto hay bastante por hoy.
De mi Málaga, decir que andan empeñados en
peatonalizar la Catedral, y me imagino que hasta el Golfo de Vizcaya si se pudieran,
todo con tal de salir en los periódicos.
Otra noticia, esta, muy asquerosa, es que
entre los últimos que han ligado en la última redada para controlar la pornografía
infantil, hay un universitario de Málaga. De estos, al trullo con él (y con
todos) y que no los dejen salir en los próximos quinientos años.
Lo último; el reloj de mi plaza está “ya”, otra
vez tapado. Ayer tarde volvieron a ocultarlo, esto ya parece una manía.
Hasta
mañana
Pepeprado
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