Me
sigue resultando muy curioso eso de los olvidos por parte de los media de
determinadas noticias que casi siempre pueden perjudicar a sus, llamémosle,
benefactores.
Hoy,
que escribo esto algo más tarde, me ha dado tiempo no solo a echar un vistazo
tempranero a las noticias, sino también a ver las reacciones de las grandes
cadenas ante estas.
Por
ejemplo, los datos del paro, que aun siguiendo pavorosos, al menos han
experimentado una leve mejoría, que esperemos sea un feliz principio y no una nube
pasajera. Pues bien, ante esta noticia, las emisoras afectas, esas que se declaran
imparciales, aunque no han tenido más remedio que recoger el dato, es un dato
oficialmente publicado, siempre han terminado sus intervenciones, no resaltando
la parte feliz y esperemos que esperanzadora, sino cargando las tintas en los
que quedan parados. Esta la táctica del “bueno
si, pero…”. Esto, el zapaterismo rampante lo llevaba muy bien; cuando nacía
un niño con tres cabezas era porque don José Luis estaba primando la búsqueda de
nuevos cerebros, y cuando algo le salía rana, es porque la oposición estaba controlada
por los demonios de la iglesia.
Ahora
en cambio, en esos “olvidos piadosos”, se incluyen los de noticias poco
agradables a los subvencionadores del pasado y que esperan lo sean del futuro.
Por ejemplo, con la apertura a la luz pública del sumario de la Juez señora Alaya,
la de la imagen de esfinge justiciera, han salido los sonoros nombres del intimo
amigo de la señora Pantoja, señor Zarrias, e incluso el del señor Griñán,
actual amo de la Cortijá. Pues bien, las cadenas están dedicadas a despellejar
a… ese salvaje que se decía monje de Shaolin y que en contra de los que predicaba
aquella serie de ser más bueno que la leche, se ha dedicado a torturar y matar
a las féminas que se le ponían por delante, seguramente para demostrar lo machote
que era. A este, que al fin y al cabo es un asesino sin paliativos, hay que empapelarlo ya hasta
el fin de sus días, y con eso, se acaba el tema, pero a los otros al menos
habría que preguntarles si pasaban por allí por casualidad o si es que los ha mirado
un tuerto y los ha mirado mal.
Cada
vez son más los “indicios” que se acercan a los alrededores de la cúpula de la
Junta, y ¡qué casualidad!, eso no parece llamar la atención de ciertos
periodistas. De esto no se habla.
Tampoco
he escuchado nada en las cadenas presuntamente “independientes” sobre los
apuros del señor Tomás el de Madrid, el eterno aspirante, que por lo visto, también
presuntamente, tiene mas líos que una casa de fantasmas, pero qué, también pudorosamente,
se esconden tras un velo de cariño periodístico. Es más divertido el pim pam
pum contra la señora Mato.
Por
eso, creo que estos media que nos desasisten, en vez de envolverse en la manta
de la decencia y la libre información, se han decantado por la sentencia
cervantina del “no hay recuerdo que el
tiempo no borre, ni pena que la muerte no acabe”. Así, dejando que las cosas
se olviden, se agradecen muchos favores. ¿O no?
Hasta
mañana
Pepeprado
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