Abundancia en la tontería

Si para algo está sirviendo esto de la sucesión, es para confirmar que hay más tontos que latas de cerveza en este país.

Ante la sola aceptación de la Zarzuela de qué consideraría “razonable” aforar al rey, ya salen los listos del lugar a vociferar.

Esta misma mañana, el presunto señor Cayo, ha dicho, muy serio él, que el ciudadano Borbón tiene que ser como todos, “un ciudadano cómo yo” ha añadido todo ufano. Aparentemente se le ha olvidado que él, y otros miles más de enchufados, están aforados y son prácticamente intocables, cosa que están aprovechando intensamente.

También la estrella del momento, el carismático líder de Jodemos, perdón, Podemos, dice van a decidir en asamblea ciudadana “el tipo de organización y la forma de hacer política”. Este piensa quitar todos los impuestos, jubilar a todos a los sesenta y no se sabe cuántas cosas más, pero nunca explica cómo va a pagar todos esos maravillosos servicios que piensa dar, ahora, es ahora, cuando se está planteando lo de organizarse y hacer política.

De todas maneras, cómo él sabe de esto un montón, ya está haciendo reproches a IU “por la marea republicana”.

Estos, que han vivido y viven estupendamente en este sojuzgado país, andan buscando aquella republica en la que terminaron declarándose independientes Cartagena, y unos pocos más, cada partido se “fabricó” su propia policía, para aplicar las leyes que a ellos les parecieran bien y llevaron al país al caos.

La republica es un buen sistema político, es intrínsecamente bueno, pero tiene un talón de Aquiles; que puede llegar a Jefe del Estado cualquiera, por ejemplo, el señor Iglesias, o el mihenmano del Guerra de turno. A pensarlo, yo prefiero a un tío que lleva casi cincuenta años preparándose para esto.

En cambio, ahora, se permite que los de CCOO, los que predican en contra de las leyes laborales (cuando las aplican los demás), puedan despedir con 20 días, a los que a ellos les salga de las narices. Ni siquiera se plantearon un ERE para poder mediar en él y repartirse la pasta, no tienen ganas de molestarse.

Aunque desde luego, los que se llevan la palma en esto de ser majaras, son los alcaldes catalanes que quieren “evitar” que el futuro rey use sus títulos catalanes, los que le concedieron otros catalanes de otros tiempos, por ejemplo el de señor de Balaguer, duque de Montblanc, príncipe de Girona y conde de Cervera. Estos, enteramente parece que entrenan para ser tontos. Y eso, que a Cataluña es a donde más viaja el Príncipe.

En realidad está demostrando qué, cuanto más hideputa sea el personal, más beneficios saca y más consigue.

Para que no faltemos, también en Aquí tenemos nuestros espabilados. El portavoz de IU, el inefable señor Zorrilla, que está loco por la moqueta y el coche oficial, pero a mayor altura que el de un municipio, se ha despachado en las redes, llamando al alcalde “franquista" y pidiendo su abdicación.

Es emocionante ver a esta gente, cómo echan mano de la guerra civil cada vez que se quedan sin ideas, lo que es casi siempre.

Lo dicho, tontos para aburrir, y… aburren.

Hasta mañana

Pepeprado