Aparte de que en el resto del país siguen pasando cosas encantadoras; cócteles molotov en el país vasco; agresiones; corrupciones etc... esta ciudad del Señor nos ¿sorprende? con la noticia de una jovenzuela de 15 años que ha sido detenida (retenida) por agredir repetidamente a su madre.
Esto en sí no debería ser más que un suceso si fuera una cosa aislada, pero lo hace llamativo el que no sea eso, aislado, sino la constatación de cómo van las cosas.
La criatura, a la que ya había denunciado su madre ocho veces, pero que seguía disfrutando de su derecho al botellón y demás beneficios propios de su edad, es solo un producto de eso que se está vendiendo: con ser joven se tiene derecho a todo, y los padres son unos gilis que solo deben aflojar la pasta (cuanta más mejor) de forma regular e ininterrumpida.
Es en parte el resultado de ese tipo de familia que se jalea desde las series de la tele, en la que; los matrimonios solo discuten y se insultan; los hijos son muy guays y aspiran a vivir del cuento, a que los mantengan indefinidamente, y aquello del cariño y el respeto está mal visto -es “cutre”-, y todo el que engaña y vive sin trabajar es un fenómeno.
Vamos bien; sigamos así, y para respetar los derechos de esa niña dejémosla que mate a su madre para después poder hacer varios programas en la tele “estudiando” el entorno social…
¡ Puaff… ¡
Pepeprado
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