
Sigo con lo importante; nuestra SS sigue marchando, con buen tiempo, con un cielo espectacular y algo de fresquete nocturno, pero preciosa. Te sigues encontrando por la calle cono los amigos de siempre; te tomas tus cervecitas en la bodeguilla del Central; olvidas momentáneamente regímenes y sacrificios y disfrutas de esta semana, que si en vez de ser nuestra fuera de, por ejemplo, Moscú, nos mataríamos por ir a verla. Para seguir con la costumbre, pongo un par de fotitos; la primera es del megatribunón en el momento de pasar el Rocío y la otra de esta misma mañana, el traslado por los paracaidistas de su Cristo. Cuando los he visto me han hecho pensar; estas son las criaturas que mandamos a que las maten en nuestro nombre y después queremos esconder para que los políticos queden bien. Para que sea más sangrante, de estas criaturas que sacrificamos, muchos no nacieron aquí; son españoles voluntarios. Eso si que tiene mérito. Gracias a ellos; pórque están ahí mientras nuestros ministros les pagan el botellón y el condón a nuestros jóvenes para que no se enfaden y les voten.
Como es eso, san Pepe y yo, además de ser un pepe a la antigua usanza y tripadre por añadidura, dejaré esto de escribir y me iré a campearme y llenarme la vista de Málaga.

A los pepes que leáis esto; felicidades. Para los que lo leéis y sois padres; también. Para los que ni sois padres ni pepes; todavía más también. Felicidades y facilidades a todos; y besos a todas.
Hasta mañana.
Pepeprado
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