
Tras haber pasado un fin de semana tranquilo; en Córdoba, con buena gente, buen vino, buena comida (Ay, las Bodegas Campos…), me encuentro que la vida sigue y por tanto siguen las malas noticias. Los amiguetes del Dalaikari han puesto otra bomba, mientras, su parlamento quiere meter en la cárcel a los guardias civiles, seguramente para quedarse solo con los boy scouts de
En otro sitio, ya ni me acuerdo donde, me explican que dos ciudadanos tuvieron que echar mano de sus “antiguas” identidades para casarse rápido, porque la que ahora es “ella” antes era “él”, mientras el machote actual antes era damisela. Resultado, que la pareja queda como antes pero con los cacharritos cambiados. Vale, bien está lo que bien acaba y que sean felices.
Y para que veamos que en todos los lugares tiene problemas de conciencia; “Australia sacrificará a 400 canguros grises”. Con esto, se les ha abierto un problemón de narices, porque les van a entrar a saco los ecologistas, los verdes, los amigos de los canguros y los defensores del color gris. No se como van a torear este toro, aunque en Australia me parece que cortan por lo sano. Ya veremos.
Y al que ya considero amigo mío aunque no lo conozca, don Santi Santamaría, el cocinero de verbo claro e ideas todavía mas claras, sigue cocinando para comer y nos dice que muchos de estos nuevos gurús de la alquimia fogonero ni siquiera son capaces de comerse muchas de las cosas que ellos hacen y que algunas incluso sospecha que no son demasiado “sanas”. Me lo creo. Gracias don Santi, me hace reconciliarme con los cocineros y recuperar mi fe, bastante dañada desde que el ínclito Adriá “deconstruyera” mi sacrosanta tortilla de patatas.
Todas estas chorradas, hacen que yo, que soy un ser bastante mas serio y consecuente, en Córdoba me haya comprado, para leerlo otra vez, un libro de total actualidad, fundamental para “tirar p’alante”; el Elogio de
Mañana seremos mas serios, por eso:
Hasta mañana. Pepeprado
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