En realidad, el
primer día de crucero empieza esta tarde, pero durante la mañana hemos
disfrutado paseando por Bilbao. En un encanto de ciudad, tranquila, amable y
sin ningún tipo de follones o escandaleras de esas a las que estamos acostumbrados.
La cuarta es simplemente
una de los pocos vestigios tardo medievales, unas casas, en este caso ya son
tiendas, completamente adosados a los murtos de su iglesia. Era así como
estaban las ciudades, entremezcladas y las iglesias y catedrales no están como
ahora aisladas y en solitario.
Con esto termino, ya
que nos tenemos que ir para el barco y allí ya veré como me las arreglo para
colgar los posts.
Hasta la vista.
Pepeprado
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