Menos mal que no hay crisis

Gracias a Dios, no la hay, según don José Luís y su corte celestial, pero lo que nadie nos explica son los datos que se leen, se notan y se ven por doquier; “La bolsa cae un 2,29% y el Ibex se sitúa en los 11.700 puntos, su mínimo anual”, “El paro sube un 1,5% en junio y suma 36.849 desempleados más” (del recibo de la luz, mejor no hablar), paros, huelgas y demás “situaciones puntuales problemáticas”.

Para ponerle un nota festiva a la situación, nos sale el señor Solbes, que no es precisamente la alegría de la huerta ni dando buenas noticias, y demuestra que tiene un master cum laude en darlas malas; “El Gobierno advierte de que la parte «más difícil» del frenazo económico llegará a finales de año o principios de 2009”. Lo de este hombre tiene mérito. Ya en la anterior etapa del PSOE se encargó de la Economía y la dejó para el arrastre, sin embargo repite y repite. Tiene que tener alguna gracia personal oculta, de la que evidentemente no disfrutamos lo españoles, que lo hace imprescindible en gobiernos y saraos. Posiblemente cante flamenco estupendamente, sea un virguero contando chistes, y debe ser la repera de entretenido y elocuente en los Consejos de Ministros, pero no cuadra unas cuentas ni a pedradas. Para redondear sus virtudes, cada vez que anuncia algo, se le cae el chiringuito a las primeras de cambio. Resumiendo, económicamente nos deja muertos y en lo profético no puede competir con Nostradamus, quizás se asemeje algo a San Malaquías, que todo lo veía fatal y desastroso y cada vez que largaba, simplemente “acojonaba”.

Esto, trasladado al virreinato de don Manué, se traduce realmente mal, llegando a extremos verdaderamente chungos en esta provincia olvidada de las televisiones. Para este olvido de las cadenas “controladas”, he encontrado una explicación; como la orden sub-ministerial es, “no dar buenas noticias sobre Málaga por dos razones, gobierna el ayuntamiento el PP y no oscurecer el brillo de la corte manuelina, solo dar las malas”, resulta que no tenemos bastantes noticias malas, de las que gustan a telediarios. Nuestra cantidad de pederastas, asesinos de viejas, violadores de jóvenes y embaucadores en general, es corta, no damos la talla. Tenemos que mejorar si queremos salir en las teles afectas.

De todas maneras, seguimos la tónica general del país. Ahora, que ya no está la selección para distraernos, empiezan a salir datos;“Las matriculaciones de turismos en Málaga se desploman un 36% en junio”, otra, “El paro en Málaga aumentó en 1.221 personas durante el mes de junio”. Es decir, somos como todos, pero más callados. Quizás eso sea el problema, que estamos callados.

Esto de ser tan originales no impide que salgan “chollos” al mercado; “El chalé de Marisol Yagüe saldrá a subasta pública el 23 de septiembre/El juez cifra en 1,9 millones el valor de la vivienda embargada. El comprador deberá asumir las cargas que pesan sobre la casa”. Es una oportunidad para adquirir una vivienda con historia, historia turbio-rosácea, pero historia. Te puedes hacer una foto como las del antiguo El Caso, señalando con el dedo un punto de la pared y un pie de foto que diga, “En este boquete, había un clavo donde colgó la anterior dueña uno de los maletines perdidos”.

Dejemos la triste política a un lado, e intentemos ir al porqué de las cosas. Para esto, siempre habrá una universidad americana que habrá gastado tiempo y dólares en investigar cosas raras. Empezaremos con el estudio de la Universidad de California y de la Universidad del Sur de California (para esta chorrada se han tenido que poner de acuerdo dos universidades), que publica hoy la revista American Political Science Review; “Los genes influyen en la decisión de votar”. Lo malo, es que además ¡te lo explican! Habrá que ver cuanto influye el GG (el Gen Gilipuertas) en las votaciones españolas. Esto, seguro que el CIS lo explica ya mismo, e incluso nos da estadísticas sobre el tema.

Pero hay otro estudio, este de la Universidad A&M de Texas, donde se sigue notando la influencia hispana en las preocupaciones, a pesar de los ataques yankis a la cultura europea; “La sandía compite con el Viagra”. Este estudio, que hay que leer con cariño, si que tiene un doble valor. Sumado al del subidón moral que conlleva, está la previsible beneficiosa influencia en el PIB español. Se van a vender sandias como rosquillas. Yo, por si acaso, me comeré alguna que otra.

Hasta mañana. Pepeprado