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lunes, 29 de septiembre de 2008

Lluvia

Ha sido un fin de semana raro. A medias entre alegre porque, llueve en esta tierra, porque he estado con amigos, etc… pero triste, porque han pasado cosas tristes. Se habla mucho de la muerte de Paul Newman, a quien yo admiraba y que también he sentido, pero es una muerte, que por su edad y su estado ya se esperaba. Para lo que no estaba preparado es para que me dijeran que había muerto mi amigo Picaso, “el Piky”, al decir del poeta, “un hombre en el mejor sentido de la palabra, bueno”, hombre de trono, del submarino de la Esperanza, joven, optimista, amable, y amigo de sus amigos. No me parece justo, pero ha pasado, no se le puede dar más vueltas. Hasta la vista Piky, espero que nos volvamos a ver.

Cuando estas cosas pasaban, el país seguía a lo suyo, que últimamente parece que es, alternar las noticias locas con las buenas. Enfrentando las buenas noticias de las victorias de los que han ganado, entre ellas la del sorprendido Fernando Alonso y la primera del poco sorprendente Málaga, con noticias menos buenas, como los actos festivos que se organizaron en el Español-Barça, las detenciones de esos chicos que para ver un partido del Sevilla necesitan llevarse palos de béisbol, cadenas y demás herramientas de trabajo, y ya más cercano, las elucubraciones políticas en el asunto del Megahospital, que (¡ya!, ¿tan pronto?), parece que va “asimilado” a un hermoso plan urbanístico en el que saldrá algún señor amigo de gente importante que hará algunos pisillos a cambio de que los enfermos tengan que ir al quinto carajo para intentar no morirse. Como mala es, la de la reelección o mejor redesignación, porque en los partidos nunca se elige a nadie, se dice quién va a ser el jefe, simplemente, del infausto señor Ibarretxe. Y lo de malo, es porque nos va a obligar a seguir viendolo desvariar, lloriquear y amenazar durante más tiempo. Resumiendo, que contribuye a que nos amarguen los telediarios unos años más. Si a los vascos les gusta, con su pan se lo coman, pero que no nos lo tiren a la cara a la hora de comer en la tele, porque es desagradable hasta su misma visión.

Por ahí, como el último barco que han cogido en la gran puñeta, lleva unos pocos de tanques dentro, la cosa se ha puesto seria; El barco ucraniano secuestrado por piratas somalíes está rodeado por buques de guerra Si en vez de armas, hubiera llevado botijos, no se habría liado el asunto. A ver como salen del lío, porque donde los yankys meten la cuchara para arreglar, la cosa tiene mal arreglo.

Aquí, cerquita, la consejera de Sanidad, (la misma del sospechoso hospitalón), ha decidido, por decreto, que la gente se ponga buena antes; Los médicos reciben la orden de dar de alta a quienes lleven demasiado tiempo de baja Bien, a ver como se hace eso. La gran pregunta es; ¿la orden vale para todos? Porque me imagino que seguiremos siendo todos iguales, pero algunos con distinto tipo de igualdad. Ya veremos por donde arde el puro (¡Uy! Se me escapado lo del puro, ya sé que no se puede fumar, perdón).

Lo que si he visto es una noticia sorprendente Una ciudadana, qué por lo visto, es una de las actrices de las películas de los anillos esos, (no he visto ninguna), ha declarado que tras la última, va a dejar de hacer pelis… ¡para dedicarse a estudiar! Sorprendente, estudiar… Si de verdad lo hace, tengo que intentar saber más de esta criatura, porque en estos tiempos no es fácil sorprender al personal, y esta mujer, de verdad, con esta salida, me ha sorprendido.

Lo dejo, para que sea cortito. En la crónica de mi plaza, decir que ya han desmontado el tabladillo en el que se han montado las últimas actuaciones, la última (oficial) la del viernes, un concierto de piano, de un malagueño del que no pillé el nombre, pero que me gustó. Esta estuvo bien, a ver que ponen ahora. Por eso, hasta mañana.

Pepeprado

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