¿Peor que qué?

Esto es lo que me pregunto ante este titular; “2009 será aún peor de lo previsto” Por que, lo que está claro, es que lo de las previsiones se fue al garete tiempo ha. Las de la CEE, las de los demás y las de cualquiera, son para echarse a llorar o a reír. De las de don Solbes, ni hablemos. Entre las previsiones del ministro triste, y las de la bruja Lola, tienen más credibilidad las de la última, aunque don Pedro nos está recetando velas negras a todo trapo, lo que es una competencia desleal. Lo que da susto, es que todos estos oráculos de andar por casa, están pronosticando que con don Obama, todo va a ir de p… madre, de inmediato. Lo mismo le joroban al nuevo profeta el asunto de los arreglos. Cuando pase esto, cuando don Barack se ponga a currar y lo primero que atienda sean sus EEUU y nos deje aparcados, haremos lo de siempre, buscar a quien echarle las culpas. Ahí tiene todas las papeletas el de siempre; don Mariano, el malo, el gallego. Angelito, haga lo que haga, no acierta ni una, ni con los suyos ni con los otros. Por eso es normal que le carguen las culpas, de todo, incluso del nombramiento de doña Magdalena.

El otro don Mariano, el maravilloso, el señor Fernández, anda con el corral revuelto, y tal como andan las cosas, parece que –desde las alturas- le han ordenado que se la envaine; “El Gobierno se compromete a una «transformación radical» de la justicia” Lo que parece que es difícil, es que la transformación mantenga incólume al transformador y no lo transforme a él mismo. Me da la impresión que esta, es una de las transformaciones que más apetecen los soliviantados jueces, que ¿parecen? estar hartos de las componendas de don Mariano y de sus salidas de tiesto. Ya veremos.

Otro que vive en su nube particular y que aspira a llevarse a su pueblo al mismísimo Mediterráneo, es este; “Monteseirín da por hecho que Sevilla será sede de la caja única” No se cuantos amigos tiene que enchufar este señor para que ya se le quede corto el territorio, pero de los que está fatal es de geografía. Habría que explicarle que Andalucía es un pelín más grande que lo que él ve desde su ventana, que hay mundo más allá de su cortijo. Ya se llevó el agua dulce, ahora quiere la pasta de las cajas, después el agua salada del mar, más tarde el melillero… Lo quiere, todo, todito, todo. Por si acaso; ¡cuidado con la cartera!

Unas cosas que pongo arracimadas, son estas tres noticias que parecen abundar (como diría un amigo mío) en lo que decía ayer. Son estas;

“Detienen a cinco jóvenes por robar 37 videojuegos en Jaén”

“Ingresado tras una agresión un jugador cadete de fútbol”

“La madre de todos los grafitis”

Son tres más de las muestras de la evolución de la sociedad y de esa filosofía tan actual de; ¿Lo quieres? ¡Cógelo! ¡No te cortes! ¡Se guay!

Están desapareciendo las leyes, que se disuelven como azucarcillos en agua caliente. Respetar la propiedad privada, al prójimo/a, o las ideas de los demás, está pasado de moda. No hay porqué dejarse nada atrás. Siempre habrá algún líder mediático o alguna organización –naturalmente- subvencionada que ponga el grito en el cielo porque algún juez despistado los quiera mini castigar o simplemente reprender. Es el mundo del todo vale, del haz lo que quieras. Claro que esto, como las entradas a algunos museos, sólo tiene descuentos para los menores de treinta años. Los vejestorios de más de esos treinta que se fastidien. No se dan cuenta los organizadores de esta pseudo sociedad del pseudo ocio, que ellos mismos están tirando piedras a su tejado. En tiempos cercanos, cuando se empezó con esta espiral, las listas de los viejos eran de más de cincuenta. Después se hacían en las empresas, las listas de “los cuarenta principales”, naturalmente para cargárselos. Pero ahora, ya son sospechosos de decrepitud laboral y social, los mayores de treinta. Que se lo hagan mirar, porque les va el futuro en ello. A mí ya me pasa de largo.

Pongo una foto de una catedral diferente. La imagen, es una paráfrasis visual que convierte unos simples y asépticos contenedores, en una especie de bosque de columnas. Por eso, me dan la impresión de ser una Catedral del Aceite y ahí la dejo.

Hasta mañana.

Pepeprado