De ahí, entresaco las
fotos que acompañan a este desvarío. Una del monstruo blanco, otra de las
habilidades equilibristas del práctico del puerto, y ¿cómo no?, un par de eso
que yo llamo mis frivolités.
Hoy hemos llegado a la Rochelle y me nos disponemos a desembarcar, ya veré donde cuelgo este post, pero al menos, ya está escrito.
Saludos,
Pepeprado
No hay comentarios:
Publicar un comentario