Me estoy dando cuenta qué, visto como anda el mundo en
general y el resto del país en particular, cada vez me interesan menos las
cosas que pasan lejos, y de las que pasan por aquí, por mis cercanías, voy
casi, pero aun no del todo, por el mismo camino.
Lo de cómo va el país es de locos. Ahora resulta que el
que se nos había vendido como el mega empresario, el líder de la productividad,
ha terminado en el talego. Se le está acusando hasta de la muerte de Manolete.
Sin descuidar la presunción de inocencia, hay que investigar bien, rápida y eficazmente,
y si este señor es verdad que ha cometido fraude, al trullo con él por los años
que haga falta, y si se ha quedado con pasta de alguien, que la devuelva
primero.
Está muy bien eso de empapelar al defraudador, pero para
otros presuntos delitos hay una mano más laxa. Todos estamos seguiros que nunca
van a investigar, ni mucho menos, meter en la
cárcel a ningún sindicalista por muchos relojes de oro que lleve en la
muñeca, porque eso sería poco “democrático”. Estos tienen bula indefinida y sus
negocios, que en eso se han convertido algunas centrales sindicales, son
intocables. Así nos va.
Por
estas cosas mejor volverme a mi territorio de todos los días.
En
Aquí, después de la salida de pata de banco de doña Celia, el asunto está
liado. El problema es, que pienso que lo que dijo la atrabiliaria vice del
Congreso, no anda muy descaminado. Lo prueba y ayuda a ver las intenciones de
doña Adelaida de lucir en política lo más pronto posible, las consecuencias de
la diatriba. Para conseguir ese lucimiento, está arrimando, indisimuladamente, el
ascua a la sardina de los “neo progres pata negra”, y no hay más que ver los
primeros resultados de la boutade; la Rectora calla, pero mírese quienes la
defienden. Los primeros en salir a la palestra a defender los colores de la
dama en apuros, son los de un partido político, el PSOE. ¿Por qué? Sería bueno
que nos lo explicaran.
A
otra cosa, mariposa. Dicen los papeles de leer, que hay acuerdo para retirar
los casetones de la llamada “esquina de oro” del puerto. Está bien, que los retiren,
pero deberían aclarar para que van a utilizar la áurea esquina. Porque me
sospecho que algún personaje importantillo ya estará pensando en que le
montemos allí un despacho fetén. Es lo que está haciendo la Junta, que se ha
adjudicado otros para su lucimiento, aunque a efectos prácticos a la ciudad no
le valgan para nada. Quién quiera comprobarlo, que mire las placas en las puertas
de algunos de los edificios acristalados que han hecho y vea que utilidad nos
está reportando. Todo eso, con dinero público.
Sigue
también encalabrinándose la polémica entre la Policía Local y el Ayuntamiento.
En este caso en particular lo tengo claro; los policías se están pasando tres pueblos.
La gran culpa del Ayuntamiento y especialmente de don Francisco, ha sido dejar
que estos se convierten en una especie de pretorianos de andar por casa, sin
darse cuenta de que las guardias pretorianas casi siempre terminaban apuñalando
al césar de turno. A partir de ahora que se lo estudie.
Menos
mal, entre todas veo una buena noticia. Es en Mijas, donde han decidido los
munícipes que las obras de menos de 1000 euros no necesitaran licencia municipal.
Es bueno, se harán más chapucillas de esas necesarias y se evitará el trapicheo
al no tener que esconderse del poli de turno.
Antes
de dejar esto; Don H.H., que no es Helenio Herrera, sino Hugo Heffner, el de Playboy,
se va a casar otra vez. Ahora con un pibón (como se dice ahora) que es 60 años
más joven que él. Seguro que la novia está profundamente enamorada.
Hasta
mañana.
Pepeprado
No hay comentarios:
Publicar un comentario