Lo
de Chipre se va aclarando, aunque ahora le están saliendo las corrupciones tradicionales
en estas cosas. Ya hay políticos que están en peligro de trullo, incluido el anestesiado.
Todo esto va a hacer que el Koala cambie la letra de su canción y ahora diga “Upá,
te voy a jasé un corral pero no como el del Chipre”.
En
la otra punta, el gordo de los misiles anda haciendo algo también gordo. Ha
declarado la guerra pero no se sabe a quién. Habrá que investigarlo, pero lo
que es indudable es que este está para atarlo.
En
plan nacional, lo que me ha llamado la atención es que han condenado a un catedrático
por plagiar a una alumna. Si cunde el ejemplo, en Málaga habría que empezar a
pedirle cuantas a alguno, especialmente a alguien gordo.
Por
Aquí, sigue la vida. Hoy se acaba el plazo de inscripción para apuntar a los
nenes a colegios e institutos y se abre para las guarderías. Los que no sean
drogadictos, ni estén en la cárcel, sean inmigrantes, estén separados/as o divorciados, o se laven todos los días, que
se ahorren el viaje, y que ni se lo planteen. No tienen ninguna oportunidad de
colocar al niño en su colegio natural, el más cercano.
Si
podrán en cambio, apuntarse a un taller de Skate, que es una de las propuestas
fuengiroleñas para “entretener” a los nenes. Es bueno esto de darles cosas para
jugar en vez de enseñarles algo o ampliarles su escasa cultura. Lo próximo será
un taller para ser tironeros.
También
ha salido ya el primer globo sonda; “Roca
cumple siete años en prisión acariciando la idea de pisar la calle”. Es el
primer paso para dejarlo libre sin escándalo.
Finalmente,
aunque hoy a las 17.00 estaré en la COPE en tertulia de resumen de la Semana
Santa, quiero terminar esta aquí.
EL
Viernes fue triste, y aunque vi a mi Sole, la vi de refilón, ya que iba a cien
por hora. Las demás, cada una a su aire; unas salieron, otras se volvieron o
directamente se quedaron en casa. Una pena. El domingo, tampoco salió el
Resucitado. Parece una maldición bíblica pero el sábado y el domingo por la
tarde, fueron los mejores días en lo atmosférico, como si la naturaleza quisiera
castigarnos por algo. Habrá que pensar que estamos haciendo mal para merecer
esto.
Personalmente,
la semana me ha enseñado una cosa más. Soy aficionado a la fotografía desde hace
más de 50 años, de cuando se iba con la única cámara que tenía uno, y éramos
solo unos pocos aficionados a este lio. Ahora, los neo conversos, que desde que
la digital lo hace casi todo son multitud y están en posesión de la verdad
absoluta, pero esta multitud varía de año en año.
Hace
unos años, cada vez salían más con su flamante cámara a inmortalizar los pasos;
después, llegó el móvil, y en cualquier bulla se veía un bosque de brazos alzados
con el aparatejo en su extremo haciendo fotos sin parar, pero, ¡ay! lo peor ha
llegado este año. Han llegado las tabletas y los tableteros. ¡Toma ya!
Ahora,
vas, te colocas en una discreta tercera o cuarta fila para ver algo, y cuando llega
lo que hay que ver, se alzan los dos brazos del cutre de turno, enarbolando su
rutilante tableta, última generación, tamaño cartel de toros, y te tapa todo lo
que haya a la vista. Esto, cada vez que haya algo que ver. Seguro que después se
va a su casa pensando que es el Robert Capa o cualquiera de la Magnum jugandose
la vida para obtener la imagen “única”. La leshe, vamos. Y yo con estos pelos.
Hasta
mañana
Pepeprado
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