Cualquier
cosa queda oscurecida por la tragedia de
Santiago. Ya van por 77 los muertos y pueden ser más. Un recuerdo para todas
las víctimas y mejor dejarlo porque hay que seguir la vida.
Es
doble pena porque hoy podría ser un buen día, ya que el paro ha bajado, y
gracias a estos 225.200 que han encontrado currelo, hemos bajado de los seis
millones. A ver si hay suerte y seguimos por este camino y salimos del
atolladero.
También
es buena noticia la nadadora Carbonell, que copa medallas casi a diario. Encima
es guapa y simpática, no se le puede pedir más. Una suerte poder disfrutar de
sus éxitos. Ale, a seguir enmedallándose.
Aparte
de estas buenas noticias, el país sigue a lo suyo, a ver telediarios con políticos
enseñando las vergüenzas y algunos/as incluso camino del talego, como esa a la
que llaman “la princesa” mallorquina, que por lo que dicen va a tener un
reinado largo y sombreado.
El
único que sigue en su línea de hortera y de liante, es el ex socio del
Yernísimo, que ahora, aprovechando un mensaje de cortesía de la Reina, intenta meterla
en el berenjenal. El mensaje es solo eso, cortesía pura y la mayor parte de él
se dedica a preguntar por sus nietos, pero este guarro intenta llegar lo más
alto posible con esta política… y el juez se lo permite.
Dejando
estas cosas, esta mañana oí que han salido unos pañales para bebés con código QR
incluido. A ver, eso del código QR es ese cuadradito con dibujitos extraños al
que si le acercas el móvil te lleva a una gran cantidad de información. Pues
bien, estos pañales, cuando se lo quitas al ciudadanillo o ciudadanilla que lo
ha “disfrutado”, lo investigas con el artefacto, y suponiendo que las emanaciones
vitales del infante no lo han tapado a conciencia, si consigues arrimar el
móvil al cacharrillo, te va a decir la temperatura de la criatura, un somero análisis
de la orina, detalles sobre infecciones, y mucha más información sobre la vida
interior del meoncete o meonceta. Me imagino también dirán el coeficiente de alcoholemia
para poder quitarle puntos del carnet de conducir carrito. ¡Qué barbaridad! Las
cosas que inventa el hombre blanco, y el amarillo, y el negro, etc... Me deja alucinado,
aunque me parece que el que ha inventado esto no se ha visto con algunos de
esos pañales en la mano, porque algunos de ellos no están como para manejarlos
demasiado, acercarles móviles ni incluso olerlos de más. Alucinado me deja. Ya tienen
código electrónico hasta las interioridades fisiológicas, eso de la intimidad
es cosa del pasado.
Bueno,
como el día no me tiene contento, mejor lo dejo, aunque lo hago preocupado por
esta noticia; “El beneficio de Telefónica
desciende ligeramente y se sitúa en 2.056 millones”. Pobres criaturas los
gerentes de esta cosa. ¿Podrán vivir son sólo 2.056 millones? O, ¿nos subirán las
tarifas para arreglarse?
Hasta
mañana
Pepeprado
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