Desmotivados

Al leer las cosas que pasan, según dicen los presunto noticieros, encuentro una cosa que parece que ahora a ellos, a los periodistas, ven como una novedad; “Los funcionarios españoles declaran estar desmotivados. El 70 por ciento de los encuestados lamenta carecer de libertad de expresión para manifestar una opinión genuina y el 78,5 por ciento considera que la Administración no aprecia la iniciativa e independencia de sus trabajadores a la hora de tomar decisiones.” Para enterarse de estas cosas no tienen más que preguntarle a cualquiera de estos funcionarios que conozcan. Para tenerlo claro; la idea del funcionario no es solo la que nos mostraban las películas de los años 50, del oficinista con manguitos y visera. Funcionarios son también los médicos, enfermeras, maestros, policías, y profesores de universidad, que están sujetos a normas tanto estatales como de una Junta o de cualquier ayuntamiento. Estos sí que son funcionarios, y funcionan a tope. Y estos son los que están desmotivados, entre otras cosas porque “sospechan” que, frente a todos sus meritos laborales y de formación, vale más y está más “remunerado” laboralmente la adscripción y la fidelidad a un partido o un sindicato. A lo mejor, es por eso por lo que dicen eso de que no los escuchan, es porqué no van al confesionario adecuado a contar sus penas, y eso, eso sí que es una pena.

En cambio, el que tiene que estar motivado es por ejemplo el señor Caldera, que tras dejar “organizada” la fiesta en Trabajo, se quitó de en medio y se buscó ese maravilloso enchufe de la Agencia para la Cría del Futuro Ministro, y le dejó el muerto, totalmente vivo, al señor Corbacho, que desde que llegó, a lo único que le ha dado tiempo es a contar parados. Un artista este señor Caldera. Todo un acierto esto de quitarse de en medio a tiempo y dejar el lío a otro.

Ahora, un par de equivocaciones clamorosas; “El Ejército italiano vigila las calles” En esto el cavaliero Berlusconi ha metido uno de sus mayores patones. Poner a los militares a vigilar las calles es, además de una chorrada, un desprestigio para ese ejército, que debe estar para cosas más necesarias y especializadas para su país. Allá él, lo malo es que esté dando la idea a otros.

Pero la equivocación más gorda es la siguiente; “El alcalde de Nueva York aprende español con un profesor” ¿En que piensa este hombre? Aprender español, lengua que “solo” hablan unos centenares de millones de personas es absurdo. Lo que hay que aprender es catalán, porque si no, va a estar mal visto por el señor Carod (domYusepyuís), y eso es importantísimo, tanto, que no sé si lo dejaran en el cargo por más tiempo. Desde luego, la Embajada de Catalunya seguro que se le queja y se va a enterar. Lo mismo, allá él.

Aquí, estamos entretenidos en cosas importantes; “Investigadores españoles presentan el 'sommelier' electrónico”. Emociona ver como vamos a las raíces más profundas de los problemas nacionales. Saber la untuosidad del vino, los matices del afrutado, la calidad de los taninos, y esas cosas, son lo que tienen preocupado a la ciudadanía. Una vez que estas cosas las tengamos claras, ya podremos dedicarnos a fruslerías como el paro, los atracos, los terroristas subvencionados y demás etcéteras diarios.

En nuestro entorno más cercano, seguimos en esto de avanzar en la especialización de los trabajadores; “Detienen a dos hombres especializados en robar a jubilados a la salida de bancos.” Seguro que tiene que haber algo parecido al antiguo PPO para estas cosas, o seguramente habrá cursillos subvencionados por la Junta, porque cada vez “nuestros” chorizos están mas especializados en su trabajo. Aclaro que entrecomillar el “nuestro” es porque nuestros son los de aquí, y los importados, como los intérpretes de la noticia, que son hermanos marroquíes, afectos a la Alianza de Civilizaciones.

Afortunadamente también hay visitas mejores; “El Museo Thyssen también tendrá pintura internacional.” Doña Carmen se dio una vuelta por aquí, cosa que me da un cierto repelús, ya que somos especialistas en insultar a los que nos tratan bien y es posible que a esta señora que nos va a poner un Museo guapo, somos capaces de buscarle algún perenganito/a que le largue cualquier tipo de insulto, porqué sí. Al tiempo.

Bueno, fotito de “mi” plaza (si, señor Peláez, “mi”) y despedida.

Hasta mañana.

Pepeprado