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viernes, 12 de septiembre de 2008

Pre-sábado, Santa Mari

Para dejarnos el fin de semana contemplativo, dos de las figuras pensantes del país nos han dejado un par de ideas profundas; “ZP reconoce que sus medidas no van a solucionar la crisis” y otro, “Solbes resta importancia a la crisis si «limpia» la economía”. Es gratificante saber que ya, ni el Presidente se cree la mitad de lo que dice y que su ministro de economía piensa que, quebrando empresas “se limpia” el panorama. Siguiendo este tipo de razonamiento, se podría recurrir a una solución del XIV, la Peste Negra, que como se llevó por delante a un tercio de la población, dejó menos gente para protestar. Lo mismo les parece bien.

Entretanto, nuestros dirigentes se organizan y “piensan” en algo para un código penal que progrese todavía un poquito más, siguen pasando estas cosillas que nos dejan fríos; “Un matrimonio de joyeros recibe una paliza en el segundo robo en su casa en tres días” Parece que ya se está viendo casi como inevitable, lo malo es que si cogen a los apaleadores, seguro que tienen un historial cum laude en su campo, atracos, extorsiones, tiroteos, etc… pero que están en la calle porque ya están reinsertados de la muerte.

Por eso, parece que la única solución para retrasar lo de irse para el barrio de los callados, está en el asunto de comer; “Dieta mediterránea para evitar muertes” La gran duda en este campo es si se refiere a la dieta mediterránea tradicional, a base de cosas “bastas y poco elegantes” como huevos, patatas, aceite de oliva y demás cochinadas, o se refiere a está otra actual de fumés, bavaroises, frappés y huevos en tosta ilustrada (esa receta existe, lo juro). Yo por si acaso, como los ejércitos preocupados… me acuartelo y seguiré rindiendo pleitesía a lo tradicional.

En el ámbito general, dentro de la cantidad de líos de la justicia, en las que dejar a un matarife ejercer libremente, solo cuesta 1.500 euros, mientras fumarse un cigarrito en lugar descolocado puede llegar a costar 10.000, parece que el ministerio tan eficazmente dirigido por don Bermejo, opta a medalla de oro en plan olimpiada, es decir, record para hoy, pero que se supera mañana y en otro de esos casos tan tristes como es el del Yak, que se “resucita” cada vez que se quiere distraer al personal, pero que se olvida cuando no interesa hablar de él, han batido el record incoherencia de esta semana. En ADN, Pág. 8, no tiene desperdicio;

Plantón a los seis militares citados por el caso Yak-42/Los primeros interrogatorios en la Audiencia Nacional a testigos de la tragedia aérea del Yak-42, que costó la vida a 62 militares españoles en mayo de 2003, se suspendieron ayer por incomparecencia del juez. Y sigue…”

Lo dicho, leedlo, no tiene desperdicio, es una radiografía de cómo anda la cosa judicial. Lo preocupante es que estas cosas salen “escondidas” donde casi no se pueden leer y el plus de tristeza está en que parece demostrarnos que la cosa no tiene remedio: estamos como estamos y somos así. Encima hablas con muchos y estas cosas le parecen “normales”, claro normales… ahora. Antes habrían puesto el grito en el cielo y habrían vuelto a pedir la cabeza del señor Trillo que es lo tradicional.

Esa misma administración se auto descontrola con su sistema de reparto de puestos de trabajo para los que tienen hechas sus oposiciones (para los “politizados”, no hay problema, esos están colocados donde ellos quieran). Ayer mismo en un pueblo de Málaga habían recogido miles de formas para que “no les quitaran su medico”. Es decir, cuando alguien esta cumpliendo y todo va bien... el sistema lo cambia. Esto pasa con médicos, maestros, funcionarios etc… cuando alguien gana unas oposiciones, lo que se está ganando es un viaje al más allá. Mi maestra de cabecera, lleva un periplo magistral como para estudiarlo, y parece que lo único que le está vedado es ejercer en su ciudad. Parte del problema de las escuelas es también eso, que todo quisque se mueve para “acercarse” a casa”. Pero eso, los cercanos al poder van a colegios “escondidos” de las ofertas.

Dejo esto, mañana me iré a la (y al) Axarquía para relajarme “todavía” un poquito más.

Hasta mañana.

Pepeprado

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