Cosas del TS

Ayer dejé esto atrás para dedicarle un poco de atención, porque la sentencia tiene su tela; “El Supremo rebaja la pena a un hombre que mató a su secuestrador”

Intento resumir el asunto. Un señor que se llama don Paco, lo que ya indica que parece normal, fue secuestrado en su casa, por varios elementos, con su mujer, en Madrid y durante diez días. Los secuestradores armados con pistolas y eso tan moderno de “aturdidores eléctricos” les curraban lo que hiciera falta. Pero don Paco, un día que se descuidaron y que sólo quedaron sólo dos, les echó el aceite de una sartén y después les atizó con lo primero que pilló a mano, un cuchillo jamonero (de 24 cmts). ¿Qué tal suena? La verdad es que a mí no me parece mal.

Pues no señor, a don Paco le echaron DIEZ AÑOS Y MEDIO de cárcel por esto.

Ahora el TS, haciéndole un favor que ni te imaginas, se lo deja en la mitad, y aunque dice que sí, que algo de legitima defensa sí que había, pero que lo sigue entalegando porque se “ha pasado”, que ha habido desproporcionalidad por parte de don Paco al defenderse. No lo entiendo, no encuentro la desproporcionalidad. Es posible que este hombre usara aceite ya usado o que el cuchillo jamonero no estuviera correctamente afilado, pero me parece que varios tíos, pistolas y artilugios y muchos días encerrado con la parienta, sí deben dar algún derecho a cabrearse. Me queda la duda sobre si esto de ser buenos, buenos, es solo para los delincuentes y si los don Paco de a píe no tienen ninguna oportunidad de defenderse. Tras estas cosas, los señores jueces se sorprenden de que la ciudadanía no los quiera con locura, pero es qué… la cosa tiene mandanga. Por si acaso, tengo que investigar el diámetro de sartenes, la marca de aceite y la medida de los cuchillos que tengo en casa, por si son “desproporcionados” y me puedo buscar un lío. Eso sí, los secuestradores sí tienen derecho a Kalashnikov y lanzagranadas subvencionados por la Seguridad Social. ¡Cosas veredes, Sancho!

Lo de don Paco está por ahí, escondido, lo que gusta sin embargo a todos, son noticias importantes como esta; “Una india entra en el Guinness tras comer 51 guindillas en dos minutos / Una india de 26 años ha entrado en el Libro Guinness de los Récords tras comer -sin pestañear- 51 guindillas en dos minutos durante una ceremonia en el noreste de la India, informó hoy la agencia IANS”.La gran pregunta es; “¿y qué? De verdad, ¿esto le importa a alguien? Lo del libro de las gilipolleces está llegando a extremos de locura. Lo dejo.

De nuestra SS, que ya, casi se acabó (solo queda el epilogo del DR), tenemos que felicitarnos, porque a pesar de los agoreros y pseudo profetas previos, la hemos podido tener completa este año, sin lluvias ni puñetas. ¡Qué bien! Ya nos hacía falta algo de normalidad en este asunto.

Pongo tres fotitos, una del interviniente menos lucido, más infravalorado y que con menos ganas se ha integrado en las procesiones, eso sí, en acto de servicio por el que le estamos agradecidos. Otra, una de mis frivolités, de esas que cabrean a los puristas neoconversos a la fotografía. Finalmente, el documento de la penúltima vista del Tribunón y su ocupación, esta es del momento del paso de Servitas; es sólo para archivo.

Hasta mañana.

Pepeprado