Dos problemas

Don JL ha cambiado el Gobierno. En realidad ha colocado a más fieles de inquebrantable fe, por lo que pueda pasar. Ha colocado a doña Trinidad, con lo que demuestra que una de las mejores cosas para ser ministro es haber perdido elecciones en Madrid. A todos los que ha revolcado políticamente el señor Gallardón, él va y los hace ministros. También ha hecho ídem a don José Blanco, el que tiene un historial casi tan bueno como el de doña Bibiana; estudió (presuntamente) Derecho, no lo terminó, e inmediatamente se colocó a vivir de los cargos, ni un solo día de curro proletario de a pie. Es un comisario político de dedicación plena, aunque entiende de apartamentos playeros. Algo es algo.

Para lo de la Educación se ha traído a alguien que parece que entiende el asunto, eso está bien, además le puede aprobar a don Blanco las asignaturas que le faltan y hacerlo abogado “in articulo dactilaris”.

Para la cultura, ha procurado que los del cine le sigan apoyando en las futuras elecciones (a cambio de subvenciones ilimitadas, claro). Todo normal.

Doña Elena se merece su puesto, aunque solo sea por la educación propia demostrada hasta ahora, cuando en medio del vendaval de descalificaciones y groserías habituales, ella ha estado callada y currándoselo.

Y… don Manué, sin comentarios.

Algunos de estos, son el primer problema, porque a eso de crear nuevos puestos para los amigos de don Felipe, que es posible que con el tiempo le hagan la cama a su actual promotor, se suma el segundo problema; quién va a cargar con los muertos defenestrados. Porque aquí, no se castiga a nadie, aquí al que lo hace mal, se le coloca mejor. A los que lo hacen “rematadamente” mal, hasta se les deja que sigan en el piso gratis (don Bermejo sigue en “su” remodelado piso, así, por la cara). Así, que ahora queda el lío de encajar a las doña Magdalena y similares, con el peligro que eso tiene. Por cierto, no nos dicen si los “retirados” se llevan a sus fieles asesores o estos se quedan para la posteridad. Suerte.

Será casualidad, pero esta noticia es también de hoy; “El futuro llega en patín”. Para pensar.

De nuestra SS, pongo las fotitos de rigor, y las explico.

Una de una cascada (en términos totalmente castos y poéticos) de pétalos de flores para el Rocío.

Otra, es una visión personal de unos monaguillos a su bola.

Una de un trono, para que se vea guapo desde las alturas.

Finalmente, en el deambular de estos días, encontré esta muestra de civismo ciudadano y de amor al Patrimonio de todos y no me resistí a inmortalizarla.

Cada cual que piense lo que quiera, yo me iré al concierto matutino de hoy en la Plaza de la Merced para flotar.

Hasta mañana.

Pepeprado