Vivir en Madrid

Vivir en la antigua capital del reino, antes era una delicia, entre otras cosas porque se decía que allí había de todo. Ahora, la cosa parece no estar tan clara. Aparte del asunto de las obras que los que las sufren dicen la han convertido en un campo de batalla, lo más peligroso es que por allá mora y pulula doña Espe. Parece demostrado que estar en sus cercanías es un peligro, que cualquier gesto malinterpretado la puede hacer abrir la caja de los truenos y al que le pille por medio, que lo coja confesado; “Aguirre insta a Rajoy a actuar contra las "injurias" de Cobo”. Personalmente le tengo una cierta envidia a la Doña. He sido, soy y creo que seré siempre, una persona en permanente duda sobre muchas cosas y ver esa seguridad, ese estar en posesión de la Verdad Absoluta de la Enviada de la Providencia, me da eso, envidia, aunque me sospecho que eso de saberlo todo, con total seguridad, a machamartillo, más bien parece pura y simple soberbia, y hasta ahí podríamos llegar. Prefiero seguir con mis dudas existenciales… forever.

Siguen saliendo noticias “peligrosas”: “El superávit de la Seguridad Social se reduce más de un 30% hasta septiembre”, pero estas parecen no importarles a nadie. Más peligroso es que doña Elena haya dicho que el año que viene no va a volver subir los impuestos, porque eso en el lenguaje gubernamental, generalmente significa lo contrario.

Lo que sí es terrorífico, es un estudio que sale en el gratuito Qué! sobre el aumento de funcionarios en este sacrificado país. Da datos tales cómo que el aumento del gasto por habitante ha subido un 58,7%; que cada uno pagamos 9816 euros al año; que en sólo 8 años han aparecido 308.000 funcionarios más; que el gasto por empleado público en España es un 20% más alto que en el resto de la Comunidad Europea, etc.. son datos terribles. En tiempos de Franco, se decía que esté veía al país como un inmenso cuartel, pero los de ahora parecen querer el país como una inmensa Administración, por supuesto sin nada que administrar, por que lo que no dice en ningún momento el estudio es… si esos funcionarios, de verdad funcionan. Mantener la cantidad de parásitos partidarios que tenemos, nos impide tener más maestros, médicos y policías que velen por nosotros, porque la gran mayoría de esos nuevos funcionarios son simplemente paseapapeles vocacionales y ¡ojo!, en estos números no están contemplados ni sindicalistas “liberados”, ni empleados de empresas paramunicipales contratadas. En la misma página habla que hoy, a instancias del PNV, se va a votar si se suprimen dos ministerios y una vicepresidencia. Creo que sería mejor ir pensando en, “dejar sólo dos ministerios y una vicepresidencia” y quitar a los demás. Habrá que ver lo que va a pagar el “buenísmo rampante” para bloquear esta idea. Porque lo que está claro, es que aprobarse no se va a aprobar. Fetén, lo juro por san Nani.

Mientras tanto, estos funcionarios que “piensan por nosotros” se plantan; “PSOE, CiU y ERC-IU-ICV rechazarán que los docentes sean autoridad pública/Los socialistas consideran la propuesta de los 'populares' "reduccionista y alicorta" ya que por sí sola no resuelve el problema de la falta de disciplina en las aulas”. En esto llevan razón, se queda corta, pero, ¿que hay de esos inspectores que ordenan a los maestros desesperados “que aguanten su marrón y punto”? Esa es la manera de abordar el principio de autoridad de esta Administración. Cualquiera que conozca a un docente que pregunte por las nuevas generaciones de españolitos y agregados y se enterará.

En Aquí, las cosas semi tranquilas, sólo en Ronda andan tirándose los trastos a la cabeza, ya de forma directa; “El alcalde de Ronda denuncia que han intentado atropellarle”. Pues el que lo intentó tiene que ser un artista porque Ronda también tiene unas pocas calles levantadas. Ya se verá en que queda esto, si queda como lo de Manson o como lo del niño del globo.

Esto que viene ahora sí que me asusta; “La moda de la barba se impone entre la realeza, los actores y los deportistas”. Cómo esto de dejarse la barba prenda en la gente, y a los barbudos y barbados tradicionales se nos sumen muchos advenedizos de los de seguir las modas, lo mismo nos ponen un impuesto, porque sí, por xoder. Todos los nuevos, a afeitarse. ¡Ya!

Hasta mañana.

Pepeprado