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sábado, 10 de abril de 2010

La Ultra Contramodernidad

Sábado, día de pensar con mayor tiempo, relajación y aplicación. Llevo toda la semana aguantando la hipocresía nacional en un tema muy concreto.

Por una parte, los telediarios y los medios, especialmente los adalides de la modernidad, han estado machacando con la Gran Vía. Su construcción; los avatares de su existencia; sus muchos cambios de nombre; su influencia en la vida, no solo de la ciudad, del país; su equiparación e intento de ser el Broadway europeo, etc.… Todo y todos se han deshecho en loas, alabanzas y parabienes. El panegírico ha oscilado entre el aplauso a la idea de modernidad (en su tiempo) y la intencion de hacerse participes de ella como partes vividoras y vivientes de la gran arteria. Tal parece que quien no pase por la calle cada dos días no es nadie. Estupendo, me parece bien, es más, soy de esos a los que les encanta la Gran Vía, de los que cuando vivía o cuando voy a Madrid, procuro pasar por ella y tomarle el pulso.

Hasta aquí, todo bien, todo guay, todo perfecto, pero…. Está la otra noticia; Valencia y el Cabañal.

Resulta que en Valencia intentan hacer una gran vía para oxigenar la ciudad, para modernizarla, para… etc., para lo que sea. Y claro; todos a la calle. Todos a poner inconvenientes, y todos s mirar con lupa a ver si en el rincón más oscuro, aquel, hasta ahora, por su dueño tal vez olvidado, encontramos el arpa que justifique la protesta anti-sistema.

No tengo ni idea de cómo será el Cabañal, entre otras cosas porque no me fío un pelo de las informaciones que me dan los medios de comunicación dominantes. El hecho de ser parte de una autonomía no adecuadamente progre según algunos, hace que el tinte de la noticia esté presumiblemente velado por el color del cristal con que la miran. No se, repito, como está la cosa, pero me es fácil imaginarme que será un barrio como muchos, con cosas buenas, cosas y casas malas, y otras desastrosas, y que esa vía que se intenta hacer no se habrá programado sólo por hacerle la puñeta a unos vecinos, algo más habrá, pero lo que sí es evidente es que hay colectivos promocionados por los media (salen casi todos los días despotricando) que van a poner difícil la cosas

Por eso hablaba de lo de aguantar. Tengo la certeza, de que en estos tiempos, no se habría podido hacer el Ensanche de Barcelona, ni la Ciudad Lineal, ni la Gran Vía, ni, para irnos más cerca, podríamos pasear por calle Larios.

Así, que por favor, lo de ir de modernos y progres, ¡una leshe! Torpes, cerriles y con poca visón den futuro, y todo, no buscando el bien, simplemente… por la Causa. Cómo siempre, mejor dejarlo.

Pongo una fotito del tribunón hoy. Antes, de regalo visual, unas de ayer tarde para que veáis que además de la Pollinica y el Resucitado, por la plaza pasan otras “procesiones”. Estas ciudadanas en particular, no sé que anunciaban, pero, ni falta que hace saber de que iban, con su sola presencia ya son un anuncio. Comentarios, pero, por favor, moderados.

Hasta mañana.

Pepeprado

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