Pasmao

Es sorprendente, pero, a veces, aun me quedo pasmado con cosas que veo y escucho.

Cuando todavía no se han apagado los ecos del último Fin del Mundo que todos achacaban a los pobres mayas qué, la verdad sea dicha, no habían metido la cuchara en esto, ya hay otra predicción funesta para que el personal se divierta haciendo las cuentas sobre si les merece la pena pagar las facturas de los reyes.

Esta vez, la predicción tiene pelendengues. Viene nada más y nada menos que de don Nostradamus, que es un tío agradecido al que se puede colgar casi todo a sus espaldas y a sus cuartetas (¡ojo!, “cuartetas” son un modo de versificación, no es que tuviera cuatro domingas).

Este ciudadano qué, en lo que mejor se las buscaba, era como perfumista y pastelero, dice en una de ellas lo siguiente; “Desde la mañana tranquila el fin llegará cuando del caballo que baila el número de círculos sea nueve”. Eso se puede aplicar a cualquier cosa, incluido el resultado del Málaga-Depor de mañana domingo, pero hay unos linces, que dicen que significa, ni más ni menos, que; “el mundo palmará cuando el video del caballo del coreano de las narices llegue a los mil millones de visitas (nueve ceros o círculos)”. ¡Toma ya! ¡Con dos coj…!

Qué don Michelito, ya en 1503, supiera que iba a salir el coreano dando saltos, ya es para medalla, pero que encima el fin del mundo dependiera de Youtube, es para entrar en éxtasis eyaculativo. Lo que sí está claro es que el gremio de agoreros, augures, iluminados y profetas de la mala leche, se lo curran, porque engarzar estas cosas tiene su mérito. Qué se le va a hacer, por si acaso, si me toca el Niño, cosa que es fácil augurar no va a ocurrir, no le pagaré a don Montoro su 20% hasta que no pase el evento, ya que la llegada al número mágico será el próximo viernes (esto ya son matemáticas, en esas creo algo más). Una cosa buena sí tiene la profecía; si sirve para que dejen de dar la lata con el caballo de las narices, bienvenida sea.

Bueno, mientras, hoy es día de Reyes, esperemos que pase la Cabalgata, que todo vaya bien y que los Magos (hace falta que lo sean, magos de verdad) nos traigan un año mejor que este último y que traigan a todas las buenas gentes más felicidad e incluso trabajo.

Si conseguimos esto, que la ciudadania mejore y tenga algo de futuro, serán unos buenos Reyes y muy Magos, y eso es lo que debemos pensar todos. Después, que concejales y concejalas se tiren los trastos por coger traje y puesto en la carroza, tiene menos importancia; que los políticos vayan a su bola, no es que no tenga importancia, es que parece no tener arreglo; que todos antepongan su bien personal al general del país, ya es casi visto como normal, y si no empezamos por nosotros mismos a respetar a los demás, será malo. Será que nos estamos empezando a parecer a ellos.

Hasta mañana (hoy no he querido hablar de política, impuestos, etc…) De nada.

Pepeprado