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lunes, 10 de diciembre de 2007

Este puente

De vuelta de un puente con boda incluida, me encuentro con una Málaga extrañamente tranquila, en la que la vida parece que se ha ralentizado tras un movido fin de semana. Incluso en los medios, sólo se tocan cosas que son levemente preocupantes, porque estamos en un momento tal, que todo lo que no incluya muertos o barbaridades que conduzcan a ellos nos parece poco preocupante. De todas maneras en este puente “solo” ha habido cuarenta y tantos muertos, cosa que a mí me parece una barbaridad pero que estoy seguro que al Director de Tráfico le habrá pillado cambiándose de gafas.

También he escuchado el pastón que se gasta el gobierno en publicidad para explicarnos lo bien que lo hace; es raro que si lo que hace está todo tan bien haya que gastarse pasta en explicarlo, pero como la cuestión es tirar de presupuesto y gastar, parece que esta es una manera como otra cualquiera de financiar a afines.

De todas maneras mi primera reflexión es sobre el puente en si mismo; parece mentira, todos decimos que nuestra ciudad, pueblo, comunidad, etc.… es la mejor del mundo, pero en el momento en que se reúnen dos días seguidos de fiesta, todo dios se tira a la carretera. A mí, que esto lo hago nada más que cuando no tengo más remedio -generalmente por motivos BBC (Bodas, Bautizos y Comuniones)-, me sigue sorprendiendo el afán circulatorio de la tribu en general. Me encanta cuando los que viven en Madrid dicen que es la mejor ciudad del mundo pero están locos por salirse de ella; y como los de Madrid todos. Talmente que todo quisque quiere huir de su destino, en fin diremos aquello de ¡Vayan con Dios!; yo sigo opinando eso de “como la casa de uno no hay ná…”.

Lo dejo, mañana será otro día.

Pepeprado

1 comentario:

  1. Parece cierto que lo bueno, si evidente, dos veces bueno, y por lo tanto, innecesario de publicitar. Parece. Pero aun así, el ser humano necesita explicar, por activa y por pasiva, lo bueno que hay en él, lo que ha hecho y lo que piensa hacer. Porque la gente se olvida pronto, más aún cuando hay depredadores de la verdad que se dedican a intentar convertir sus mentiras en verdades. Creen -y a veces lo consiguen- que su injuria y su cinismo darán buen fruto. Contra eso, contra la cara dura de los cínicos que mienten a sabiendas, hagamos publicidad de lo bueno que hemos hecho. No es malo, es.. necesario y legitimo.

    Saludos,

    vkardec@hotmail.com

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