Los Santos Inocentes

Es el día después… De las chorradas, naturalmente.

Porque el día de los Inocentes se ha convertido en prácticamente un monopolio de los medios de comunicación a ver quien hace o dice la chorrada más grande y con (presuntamente) más gracia.

Esto de las inocentadas, que antes era una costumbre sana y desprovista de otro sentido que no fuera el reírnos de nosotros mismos, ahora es la insulsez llevada a su máximo esplendor, donde una serie de gente con una mínima gracia, se inventa una tontería y convence a su emisora/cadena/periódico de que es la leche de eso, graciosa. Estupendo, lo que pasa es que las emisoras/cadenas/periódicos nos tienen tan acostumbrados a decir chorradas que ya casi nada llama la atención.

Con esto, es otra sana tradición la que se va al infierno; pero eso sí, se recuperan tradiciones que creíamos superadas. En uno de esos programas del folclórico Canal Sur (y ¡¡¡ arsa y olé mi arma ¡¡¡), me encontré al gurú de las colina reeditando eso tan noble y de tanto tronío; lo de las antiguas “juergas de los señoritos”. Esas que consistían en llevarse a pobres gentes y por unos duros hacerles putadas y reírse ellos; se les hace comer cucarachas y gusanos y se les expone al ridículo; se les hace enfrentarse entre ellos; se les ridiculiza con el chequecillo, en fin… todas esas cosas nobles que hacen al hombre estar por encima de los gorilas. Hemos reeditado al “señorito antiguo” ese “señorito Iván” que se veía en la los Santos Inocentes, ese del que hemos despotricado todos, solo que ahora lo hemos hecho del partido y le damos subvenciones y cánones. Tras verlo unos minutos, lo quité y pensé; ¿Feliz Navidad a los hombres de buena voluntad…?. ¡ Una leche !

Pepeprado