Hoy dicen que se acaba el año; debe se verdad, pero aparte de tener que cambiar el calendario de la pared, ¿en que se va a diferenciar este día del de pasado mañana?, porque del de mañana sí; el de mañana es diferente; las calles aparecen adornadas con los restos de cotillón y potas de los que se han divertido a plazo fijo; es fiesta y está todo cerrado, etc., en fin es algo diferente, pero pasado mañana seguiremos igual.
Mientras tanto, televisiones y periódicos se empeñan en retoroactivar la memoria, cuando lo mejor sería olvidar muchas de las cosas que han pasado. O mejor que olvidar, archivar; no se debe olvidar para no repetir. Junto a esto, las noticias de siempre; que los catalanes y vascos “demócratas de toda la vida” siguen odiándome a mí y a vosotros como si tuviéramos la culpa de todos los males del mundo; estos son capaces hasta de xoder el fútbol, que es lo único que parecía ser de todos. En el resto del mundo se siguen matando a más y ¿mejor?, y los obispos hablan y cabrean al Gobierno, que por cierto no se cabreó con el Obispo que equiparó a (alguna de) las victimas de tráfico con las asesinadas por aquellos chavales. Lo dicho, lo de siempre, pero ahora de colores y con espumillón.
En Málaga, acabo de leer (se habla de ello por primera vez en público) sobre la peatonalización de
De todas maneras, Feliz Año Nuevo.
Pepeprado
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