Cabalgatas

Así, en plural, porque he leído en un periódico que en Málaga van a salir unas “veintiocho” cabalgatas. La leshe.

Somos y estamos en la sociedad de la desmesura. Aquí ya nadie se conforma con ver “la cabalgata”; aquí ya mismo hay que montar una cabalgata para cada niño no sea que se traumaticen. Por otro lado ante esta explosión de lo tradicional me dice la radio que España es el país con mas regalos navideños “tecnológicos”. Esto debe ser muy bueno para los de Silicon Valley, pero a mí me parece que nos está llevando al aislamiento. De aquí a unos años esta sociedad vivirá conectada por cables y por ondas; con auriculares; con micrófonos; con miles de pilotitos de colores en las casas, pero sin haberle pasado la mano por el lomo a un guarro en su vida (aclaro; guarro de los de los jamones); sin oler el campo; sin comer algo que no esté pasteurizado, liofilizado, criogenizado, y gilipollizado. Una alegría.

Mientras, aquí seguiremos sacando cada vez más cabalgatas. Lo malo es que como se enteren los japoneses de que en esto hay negocio, nos harán camellos robóticos y a los reyes se les contrataran las capas para poner publicidad. Será curioso ver a un Gaspar metrosexual, repeinado y hormonomusculado, sobre un dromedario electrónico y con una capa que diga: ¡Pase sus próximas Navidades en Cancún con Repera Travel!

Lo dicho: La leshe.

Pepeprado