En un país primaveral

Creo que era eso lo que decía la apícola canción infantil, y parece que aquí nos lo hemos tomado al pie de la letra. Para demostrarlo, no tenemos más que mirar aquí mismo, a nuestro lado. Una noticia avisa; “Málaga, 270 parados al día”, a lo que se producen diferentes respuestas, por ejemplo en otra, nos dicen que parece que los sindicatos han despertado de su nirvana gubernamental; “La provincia tiene 40.000 parados más en un año y los sindicatos alertan de que se hunde" Parece mentira, pero estos son los mismos que antes hablaban de “alarmismo”, de “no asustar”, etc. Lo xodído del asunto, lo que demuestra lo de primaveral, es que mientras estas cosas aterrorizan al personal, que se ve en un peligro inmediato, aquí…; “Pleno polémico en la Diputación por las medallas franquistas” Eso. Perdiendo el tiempo discutiendo por las medallas, las estatuas y la madre que los parió. A mí, y creo que a mucha gente, lo de las medallas me la trae al fresco, incluidas las medallas que se reparten ahora los que mandan. A las únicas que les tengo respeto son a las ganadas en primera línea de combate, y esas, generalmente las ponen en el ataúd del enmedallado. Esas no las discuto, pero las que –en todas las épocas- reparten los ministerios, juntas y ayuntamientos entre sus allegados… esas, mejor no digo lo que pienso, quiero ser fino como el coral.

Entre las aspirantes a esas medallas, nuestra Ministra de cabecera, doña Magdalena, que en sus prisas inaugurativas, olvidó que en las carreteras los cartelitos hacen falta; “Confusión y grandes colas en la apertura de los nuevos accesos” Tiene mérito eso de convertir una obra buena, en un lío festivalero. Con esperar unos diíllas, la cosa habría estado mejor, pero… le apetecía inaugurar, para distraer al personal y quizás, para volver a re-cabrear al alcalde, que con esas cosas, ella disfruta un montón.

Pero la aspirante que ha ganado más puntos hoy, es otra Directora General, la de Instituciones Penitenciarias. Esta señora, ante el descubrimiento; “Los funcionarios sólo vigilaban cuatro GPS cuando un preso mató a su novia”, cosa, que estoy seguro que tendrá algún motivo más profundo, que no será por puritíto gusto de los funcionarios, ha soltado esta perla;“Mercedes Gallizo admite que hubo un «fallo humano» pero «sin malicia»” Con estas directoras generales (no olvidemos a doña Maravillas), tan pastueñas y tan pastoriles estamos arreglados. La cosa es dificililla de enmendar.

Cuando a los españoles y sus asimilados, nos acusan de racistas, personalmente no creo que sea verdad. Pero lo que si tenemos es un cierto complejo de superioridad que se trasmite incluso en los refranes (recordemos aquello de, hacer el indio). Pero la actualidad nos está poniendo la autoestima a nivel babuchero. Me explico. En Pakistán, han cesado a un par de ministros y ha dimitido la tira de gente por lo que ha pasado; en Tailandia, la Justicia (aquí sí, en mayúscula) ha dictaminado de forma rápida, alta y clara sobre un proceso electoral; en otros sitios la gente dimite; e incluso ¡¡Bush!! (nada menos que Bush) en una intervención televisiva “ha reconocido que se ha equivocado” y que hizo muchas cosas mal. La leche, tela marinera, la repanocha… me faltan exclamaciones. Yo, que tengo una cierta edad, poco glamourosa pero muy vivida, y que disfruto de una, a veces odiada por otros, buena memoria, no recuerdo que en este valle de lágrimas en que estamos asentados, NADIE haya dimitido de forma inmediata; NADIE haya sido cesado con carácter fulminante; NADIE haya reconocido haberse equivocado, etc.… En mi eterna parte optimista, pensé -en otros tiempos-, que aquello era una rémora de los tiempos de Franco, en los que era “reglamentario, el “todo marcha bien”. Creía que los demócratas de toda la vida iban a hacerse responsables de sus actos y de los de sus delegados, pero… ¡Ay, Señor! Son mejores los indios, los pakistaníes, los tailandeses, los… todos son más despabilados, ¡hasta don Jorge, al final se ha aclarado!, y mientras, ¡yo aquí, con estos pelos!

Aquí no dimite ni Dios, no se hace responsable a nadie de nada, no se despide a ninguno de los que meten la mano en la caja, se compran coches, se suben los sueldos, etc.…, y así nos va. Aquí es mejor, aquí se los hace directores generales.

Bueno, algo es algo; “Un paciente recupera la sonrisa tras un injerto en la cara de un músculo de su pierna” Miremos a ver, si entresacando músculos de parte poco nobles de nuestro cuerpo, mejoramos la sonrisa.

En la plaza sin novedad, manifestaciones, cánticos, etc..., lo normal. Ya ayer repusieron pascueros.

Hasta mañana.

Pepeprado