La normalidad

De los lunes, que es una normalidad que generalmente tiene tela. Es la vuelta al mundo diario, donde echas el vistazo reglamentario a los periódicos y te entra susto.

El mundo sigue dislocado y las noticias son siempre de asesinatos, atentados, y crímenes aberrantes. En Austria van a juzgar al que llaman el Monstruo. Me sorprende la velocidad a la que por ahí juzgan a la gente. Aquí lo normal es que las cosas salgan a juicio a los muchicientos años del desmán, y claro, a la mitad de la gente se le ha olvidado el asunto. El único que lleva a juicio a sus encausados es el benemérito Juez Sr. Garzón, lo malo es que después se les estropean las causas por defectos de forma. El resultado es el mismo, nunca te enteras de lo que realmente pasó.

Aquí, en el asunto Crímenes s.a., estamos en la media aceptable. Nos ayuda mucho a mantenerla la cantidad de impresentables a los que hemos dado acogida al calor de nuestra comprensión. En lo que somos líderes es en líos político-judiciales. Aquí, sacamos nota alta; hay meses que Matricula de Honor. Como un ejemplo cercano pero muy demostrativo, esto; “Diez alcaldes de Málaga, en la lista de regidores con causas pendientes/Seis de esos alcaldes son socialistas, tres del Partido Popular y uno de Convergencia Andaluza”.

Es conmovedor y gratificante ver, que en asuntos de meter la mano en la caja, no hay exclusiones. Es más, parece que el reparto de chorizos se ajusta más o menos a los resultados electorales, 6/3/1. Eso sí, con un particular mérito, Convergencia Andaluza, que con un mínimo de concejales y afiliados, ha conseguido “colocar” a uno de los suyos en esta exquisita lista. Si siguen así, llegaran a ser un partido “de los grandes”. Sin duda ninguna.

Pero esto parece que es asumible. Aquí, en este asunto, prima eso de “pero tú más…” Con eso lo arreglamos. Por eso es mejor dejar este ranking para no llorar.

En el Aquí total, una noticia sorprendente; “El número de empresas creadas se redujo a la mitad en enero con respecto a 2008”. Esto, según la filosofía de los sindicatos y los gobiernos que nos cobijan, significa que se ha reducido a la mitad la gente que quiere disfrutar. Porque para nuestros protectores, los empresarios son una gente que crea empresas, generalmente jugándose sus dineros (los que tienen y los que han pedido prestado), con la única aspiración de después poder disfrutar despidiendo a sus obreros. No aspiran a que su empresa crezca y que les produzca beneficios, sólo aspiran a despedir gente, con eso cumplen su objetivo. Son felices echando gente a la calle, el hecho de que ellos mismos se queden con dos palmos de narices y con todo embargado, parece que no les causa problemas. Si consiguen despedir a gente, todo vale.

Naturalmente en esa consideración de empresarios despedidores, no entran las mega empresas, esas a las que se les dan subvenciones y se les pone la mesa nada más pedirla. Los empresarios malditos, son esos otros, los pequeños que abren una tiendecita, un bar o un kiosko de pipas. Esos son los que disfrutan despidiendo gente, a esos hay que perseguir. Para mayor oprobio, y más evidente seña de maldad, muchos de estos empresarios malvados provienen de ese páramo sepulcral donde sobreviven siendo de los llamados “autónomos”, esos seres sin derechos y sin necesidades, que a veces, cuando reúnen tres perras, montan un mini negocio y les encanta que se les vaya al carajo al primer año. Son así de malvados y disfrutones.

Bueno, es mejor dejarlo, de todas maneras el país está feliz, el Madrid sigue en la batalla, vamos a ganar Eurovisión (como siempre), las teles tienen su carnaza diaria, en resumen todo marcha.

Para ser felices solo nos falta una cosa, pero estamos trabajando en ello; Que don Obama nos quiera. Si conseguimos que el Mesías tome café con don JL, a lo mejor nos olvidamos de sastres y desastres. Por si acaso… ¿y si le regalamos un traje?

Pensemos en ello.

Hasta mañana.

Pepeprado