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lunes, 17 de agosto de 2009

El calor y las ganas de fiesta

El mundo sigue girando. Ayer tuvimos la pena de saber que el montañista español se ha quedado allá en Pakistán, descanse en su paz propia. Hacienda sigue con sus sorpresas; Caída espectacular del dinero que ingresa el Estado en Málaga” Me da la impresión de que estos, no cuadran los números con los del paro. Me parece que algo tendrá que ver que estemos en el furgón de cola del país, en cuestión de empleo, pero parece que eso no les preocupa. Otro que lo tiene claro, es el ministro de la presunta Justicia; “Caamaño: La sentencia del Estatut va a marcar el futuro de las autonomías". Ha dicho que el Tribunal tiene tiempo, que los casi tres años están justificados. Que bien. Lo que es totalmente predecible, es saber cuando va a salir el dictamen sobre lo de Cataluña; será exactamente uno o dos meses antes de algunas elecciones importantes. Al tiempo.

Aquí, a lo nuestro.

La feria ha empezado. Ahora contaré más, pero el elemento omnipresente, el que sobrevuela todos los actos, es… el calor, o casi me gusta más, la caló, que parece palabra más ferianta. Por mi parte la empecé el viernes cenando en la terraza del MR1 frente a los fuegos pero lejos del follón. Estupendo, bien acompañado, bien atendido, bien comido y bien bebido, ¿que más se puede pedir para empezar bien?

El sábado, copita en el palomar del Pîmpi, para empezar el ambiente. Por la tarde, chaqueta y corbata, y de boda. Una boda muy especial pero de la que todos los asistentes teníamos ganas de que se pudiera por fin celebrar, tras variaos aplazamientos por motivos de salud. Al final estuvo todo muy bien, el sitio, en lo alto de la Estación de Cártama muy bien y el ambiente estupendo. Fui formalito y nos volvimos relativamente pronto. El domingo por el centro, primero bares tradicionales y después a lo también tradicional, la caseta del Centro Histórico en la Plaza, para ver a Concha. Todo bien y a estas alturas de la vida, bastante pacífico. En general la cosa va así; calor y gente, mucho calor y mucha gente. La aglomeración de pueblo hace que la atmosfera sea casi de las que se puede cortar a cuchillo. Los olores, no son precisamente de azahares y naranjos, pero para que todo no suene fatal, las ciudadanas que se pasean y bailotean están de muy buen ver. Como es natural, el porcentaje de horteras por metro cuadrado es importante, y esos a los que gusta ser merdellones, en estos días se vienen arriba y se multiplican. Los sombreros inenarrables campan por sus respetos y la falta de educación se enmontera con adminículos increíbles. Todavía me sigo preguntando el porqué de esos sombreros presuntamente mejicanos con las borlitas en su derredor y que sólo veo en ferias, nunca en Méjico ni en ningún otro sitio. Misterios feriales. Como es natural, esa legión, cuando todo ha terminado, sigue a los suyo, a dar la vara: “Los vecinos denuncian que el consumo de alcohol en las calles del Centro continúa hasta la madrugada” Esas cosas son las que hacen que la cosa no termine de encontrar su sitio. Qué se le va a hacer. Paciencia.

Lo voy a dejar, no son días de literatura. Pongo fotitos, del ambiente en la calle y en la caseta del centro Histórico. En las callejeras, salen varios de estos ciudadanos que piensan que quitarse la camisa está guay. Algún día habrá que estudiar la relación entre el descamise inoportuno y el coeficiente intelectual del primate actuante, quizás hagan el estudio en Michigan o sitio parecido, que es donde se hacen esos informes sobre todo.

Hasta mañana.

Pepeprado

1 comentario:

  1. Amigo Pepeprado: el calor embriaga tu ciudad y todas las ciudades. Más al Norte, en medio de la estepa, intentando sofocar la temperatura con las estrellas (y los refrescos) acabo de leer un texto que te cito a continuación porque creo que nos dará juego para comentar cuando nos olvidemos de la feria y hablemos de personas (entre ellas políticos, educadores y padres) en la disyuntiva de progresar.
    Dice el texto "Cuanto más se igualen en la vida las oportunidades entre los trabajadores diestros y los irresponsables (por la represión de la habilidad y por la generalización del trabajo tedioso y aburrido), tanto más se hará superfluo un buen cerebro, manos expertas o un ojo agudo. En efecto, se favorecerá al hombre poco inteligente que toma la fácil alternativa de una labor aburrida: será lo más fácil para prosperar, para establecerse y para engendrar una descendencia. El resultado ouede llegar incluso hasta una selección negativa [de personas] en cuanto a talentos y promesas". SCHRÖDINGER, Erwin (1956). "Mente y materia" Conferencias Tarner en el Trinity College, Cambridge. Tusquets,6 ed. Barcelona, 2007.
    Si no fuera porque a Schrödinger le dieron el premio Nóbel por la formulación matemática de la mecánica cuántica, yo le propondría como oráculo preclaro de muchos de nuestros problemas y desasosiegos actuales.
    Un abrazo. Sigue con la feria, pero no he podido reprimirme y dejar de compartir contigo este texto.

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