Nos vamos a enterar

Por ahí por el mundo siguen con sus noticias apasionantes; “Corea del Sur lanza su primer cohete espacial”. Esta era una de esas cosas que no se podían dejar pasar, porque hay que ver lo que les va a solucionar la vida a los coreanos tener un cohete. Estos son los coreanos presentables, los que fabrican televisores, coches y armas para todos. Los otros, sólo fabrican armas para ellos, son muy suyos, no hay más que echarle un vistazo al Jefe y su prole.

En el otro lado, el Profeta se está cayendo del guindo y empieza a hacer cosas raras; “La Casa Blanca crea un nuevo equipo para interrogar terroristas” Este hombre cuando se lanzó a prometer, aunque no llegó a la universalidad promisoria de nuestro don JL, se metió en unos pocos de charcos, porque allí en los USA, cuando prometen están obligados a, al menos, intentar cumplir esas promesas, no cómo aquí que vale todo.

Volviendo aquí, un susto mayúsculo; “Zapatero y Rajoy regresan a la actividad política” No es por nada, pero con estos de veraneo hemos estado levemente más tranquilos. Ahora cuando se pongan a currar (es una forma de hablar), nos vamos a enterar de verdad. Para empezar han despertado a uno de esos ministros dormidos, y este, como los que están en trance, lo ha hecho con la última frase que escuchó antes de caer en la catatonia; “Corbacho culpa a la banca de provocar la crisis del ladrillo” ¿Dónde estaba este hombre que no se acuerda que ya se habla de otras cosas? Además, ¿no le han dicho que la crisis no existía? A ver si se lo aclaran.

Cómo en la Cortijá siguen sólo a batir el record de “la caló”, para eso para ser los más plus, la cosa también está tranquila.

En nuestro Aquí de nuestras entretelas, se ve que los malagueños hemos evolucionado en nuestros deseos y aspiraciones. Pasado aquellos tiempos en que la ambición era tener un buen curro que además te permitiera vivir y beber bien, ahora las necesidades espirituales han cambiado.

Desde que la democracia consiguió, por cierto a gran velocidad, transformar la familiar aceptación hacia nuestros antiguos guardias urbanos, que eran cómo de la familia, y nuestra prevención hacia los grises que eran más serios para sus cosas y le dio la vuelta al calcetín, poniendo ahora a la Policía Local en situación de “no deseada”, ahora, repito, cada ciudadano quiere tener a un policía nacional de cabecera; “Vecinos de Puerta Blanca proponen una comisaría de barrio” Será porque el equilibrio a tres bandas entre guardias, ciudadanos honrados y chorizos se ha dislocado a favor de estos últimos votantes, pero tener una comisaría a mano da gustirrinín. ¡Mire Vd. por donde!

Pero no es esta la mayor aspiración ciudadana. Hay otra que es la sustitución en la mente popular al tradicional Walhalla, Paraíso de las Huríes o Parnaso de los cultivados, esta; "el aparcamiento / Casi mil malagueños aspiran a una plaza de parking”. ¡Quien nos ha visto y quien nos ve! No hace tanto, los tradicionales hispanos suspirábamos por tener un honesto 600 para poder aparcarlo cerca de la puerta de casa, entre otras cosas para que los vecinos chincharan, y a la vuelta de unas ultraligeras décadas, el problema no es tener troncomóvil, sino donde leches dejarlo. Yo personalmente, ya perdí esa batalla, soy pedestre obligado, a lo que ya parecía predestinado cuando me mandaron a Infantería a servir (de poco). Cómo mis aspiraciones ciudadanas son de otra índole me he dejado arrastrar y ya pienso como un urbanita llano y entregado. Ahora lo que me preocupan son los baches tobilleros, que me traen a mal traer, pero eso ya es otra cuestión.

Antes de irme, un vistazo a otro de esos conciudadanos ilustres que aspiran a mejorar marcas; “MÁLAGA /Piden trece años para un acusado de tres atracos en una hora en la feria /No tenía antecedentes penales, pero en apenas una hora consiguió colocar cinco robos en su hasta entonces inmaculado historial delictivo. Ocurrió el pasado día 16 entre las seis y las siete de la mañana en los alrededores del recinto ferial”. Este quería quemar etapas, para llegar rápidamente al doctorado callejero. Y, ¿quién sabe?, aspirar a un ministerio o una concejalía.

Hasta mañana

Pepeprado