Antes de sumergirme en la Feria del Centro ver cómo sigue la cosa, le he echado un vistazo a eso que llaman la civilización actual a vista de periódico, que no de pájaro. Vista así, si no le pones buena voluntad a espuertas, esta, te sale poco favorecida.
Las noticias más importantes, según el tamaño de las letras, son todas preocupantes; “ETA tenía veinte fiambreras preparadas para estallar y cien kilos de explosivos”. Bella forma de reciclar la honrada fiambrera dándole un uso inadecuado. En Levante, esto; “Valencia/ Un hombre es detenido por transportar fetos en su coche”. También bastante raro. No consigo imaginarme que puñetas iba a hacer este ciudadano con semejante carga. Más, por ahí, andan liados porque los rusos han encontrado un barco que se les había perdido y nada de lo acontecido suena normal, todo tiene un tufillo extraño que ya se verá.
En Málaga, las noticias también son reconfortantes; “Los taxistas recurren a la vigilancia privada en el Real”; “Un hombre es tiroteado a plena luz del día en el interior de su vehículo”; “Encañonan a un niño de diez años para robarle a su padre” Todas noticias de esas, de elevar el ánimo. El tener a los taxistas acollonados, pegarle tiros a la gente en su coche y cosas así, ya se está convirtiendo en normal, pero amenazar al nene con pistola y hacha en ristre, ya es una innovación. Todo esto pasa, en la misma civilización que le pone psicólogos a los perros y celebra los cumpleaños de los gorilas con tartas de ídem. Si te pones a mirar esto, se tambalea la fe en la civilización.
Incidiendo en esto, en el país, ya llevamos varios muertos, corneados, atropellados o pateados por toros, en los encierros. Esta costumbre antigua de correr ante los toros, al hacerse multitudinaria ha evolucionado en mezcolanza interanimal, donde los animales menos tales, a veces son los de cuatro patas, y se producen estos descalabros. Por cierto, al hablar de estas cosas me entero que la edad mínima “aceptable” para participar en estos eventos es de 16 años. Es interesante esta política de las edades. Para depender de la protección, la pasta y el respaldo de los papás, es indefinida; para abortar, de 14 años; para sacarse el carnet de conducir, de 18; para correr toros, 16; incluso en las teles he visto un curioso cartelito, “estas series han sido revisadas para ser aceptables para menores de ¡7¡ años”, (véase la Sexta, tarde), lo que me deja perplejo en la forma de “afinar” sobre la capacidad de los siete años para distinguir asesinatos en primer grado de homicidios involuntarios. En fin, algún día, se dictaminará cuál es la edad mínima recomendada para pegarle tiros al vecino molesto o al papá impertinente. Esperaremos y entre tanto, seguiremos discutiendo sí es lícito que un señor mayor, con plena conciencia y a cambio de ganar una pasta más o menos considerable, se enfrente a un toro con todas las garantías posibles, mientras dejamos impunemente, que los borrachos lleven a sus nenes a correr por lugares intransitables, difíciles y peligrosos para que en el futuro sean igual de imbéciles que ellos. Bien.
De la Feria, lo de siempre, frente al churchiliano “sangre, sudor y lágrimas”, o el hispánico,”sangre, sudor e hierro” de la cabalgada, aquí lo reciclamos en “meadas, sudores y vomiteras” para poner los dichos al día.
Para mayor preocupación, esta duda; “El botellón vuelve a la plaza de la Merced con la excepción de la ley en feria/Dispuestos a conquistar la plaza de la Merced a base de vasos de plástico, bolsas de hielo y mucho alcohol, los jóvenes se han instalado de nuevo en el Centro Histórico”. Si al terminar esto, y una vez recogidos los últimos derramados humanos sobre el asfalto, se va a poder recuperar un mínimo de tranquilidad, hay dudas, grandes dudas. Esto sumado a las alegrías de la retirada de las basuras soterradas a las tantas de la madrugada son las cosas que hacen del centro ese paraíso nocturno.
Dentro de mis eternas dudas, una semántica; “La Reina y el Mister de Feria” Lo de “Reina”, psé, psé…, pero ¿lo de “Mister”? Quizás, al presuponerles coeficientes intelectuales sospechosos, se les intenta maquillar con nombres foráneos para que se sientan “importantes”. Lo dejo, todo son dudas.
Hasta mañana, me voy de cuchipanda.
Pepeprado
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