Martes de feria

Poco a poco la feria sigue. En la tele siguen entretanto hablado de las cosas importantes, entre ellas, el asunto de esa locomotora de Jamaica que se llama Bolt, ese que como te descuides no lo ves pasar. De ese record, lo que no he leído ni oído en ninguna parte es alguna reflexión, no sobre la llegada, sino sobre la línea de salida. Allí no haba un blanco ni para pegar un sello, así que esos que hablan mal de los negros a ver como explican eso.

También se oye por ahí, que la gente está cabreada porque esta otra de las promesas de don JL ha vuelto a ser “matizada”, los parados de verdad novan a ver ni un duro, a pesar de que la medalla se la colgaron sin despeinarse en el momento del anuncio. Para distraer al personal, han echado mano a otro de sus proyectos estrella para salvar al país de sus problemas; n se va a poder fumar ni en la cámara de gas. Así no se contamina. Lo que no sé es como van a prohibir fumar en la cárcel, porque a los que ya están allí no los pueden asustar con mandarlos a donde ya están. Algo habrá que inventar. Por si acaso, es importante pasarse a la droga que está menos perseguida da un toque de progresía.

Como algo hay que hablar de la Feria, vamos a ello. Ayer me invitaron a los toros, fui e hice algunas fotitos. Pongo algunas, entre ellas una reunión de amigos en un burladero y otra de un volapié realmente volador.

Hoy, lo confieso, me he quitado de en medio y me he venido a Torroles, hace menos calor y parece que los de las pelotas estan paseando sus gracias y elegancias por la feria, la playa estaba más tranquila sin ellos. No todo son inconvenientes, algo bueno tiene la feria, revoluciona a los horteras y los cambia de hábitat.

Lo dejo, voy a entrar en trance reflexivo, lo que traducido a lenguaje normal, significa que voy a dejar de pensar, para reservar las neuronas.

Hasta mañana.

Pepeprado