Sospechosa falta

Es sábado, día de reflexión, máxime ahora, que ya nos está invadiendo el gordo de colorado de todos los años, colgándose de ventanas, balcones y otros lugares insospechados y dando la coña en la tele.

Generalmente la reflexión suele venir a mi mente sobre las cosas que salen en los medios de comunicación, pero esta semana, curiosamente, lo que más me ha llamado la atención es lo contrario, la sospechosa falta de noticias sobre una noticia. Para enterarme de esa noticia faltante, me he tenido que buscar la vida en periódicos digitales y páginas independientes. De ahí saqué la información.

A un periodista de Telemadrid, Hermann Tersch, al que por cierto he visto algunas veces y me parece un señor bastante pacífico y nada agresivo, lo cogió como pim pam pum el Pequeño Wyoming, ese que continuamente acusa a otro periodista de “dogmático” y que seguramente para agradecer que de esta cadena todavía no lo hayan echado y le aguantan todo, diariamente se desboca contra todos los que no agradan al poder establecido. Tras una de sus sesiones en las que con un montaje interesado tildó al señor Tersch de “asesino” y otras lindezas, un salvaje, evidentemente seguidor suyo, la emprendió a patadas con el periodista sin mediar palabra, dejándolo en el hospital con graves lesiones. Hasta ahí, todo, “desgraciadamente normal”. Ya nos hemos acostumbrado a que en España, al que no siga las normas dirigentes se le puede apalear. Las fuerzas del ¿orden? dicen que lo van a aclarar; “La Policía abre una investigación para saber quién agredió a Tertsch” Personalmente no me lo creo, al final el culpable… el conserje de la finca.

Pero, lo sospechoso, lo que me ha llamado la atención ha sido la falta de información sobre el tema en los grandes medios de comunicación. No he conseguido oír ni ver nada sobre esto, excepto, una noticia escueta…. defendiendo a Wyoming. Espectacular. La falta no ya de gregarismo, sino simplemente de solidaridad entre periodistas es espectacular. Uno de los suyos es agredido y todos callados como muertos.

Lo emocionante del asunto sería hacer periodismo ficción e intentar imaginar la que se habría liado si los actores hubieran asumido los papeles contrarios, es decir si por algo dicho por el periodista de Telemadrid le hubieran pegado un par de patadas al cómico soez. Me da en la nariz que se habría liado la mundial. ¿O no? Pero es que la subordinación de la(s) cadena(s) a quien la(s) enganchó a la teta de los beneficios es grande.

Todo esto, dejando fuera que ya hace tiempo que lo de “ajustar” las noticias a las necesidades de los afectos al régimen se da por sabido. Como muestra, un vistazo a esto, (naturalmente de la Red, no de ningún media “legalista”), merece la pena pinchar el enlace; “La crónica de los medios/ De agresiones, filtraciones, audiencias y otros males del periodismo” Y no passsa nada…

Cuando ocurren estas cosas y se tiene un mínimo conocimiento histórico, da terror, porque el estado de vigilancia a los que no canten el himno, suena a cosa ya vista. Si cualquier día de estos saliera una Kristallnacht, o un progrom, se estaría completando el círculo. Aquí una de las cosas más peligrosa que se puede ser es “independiente”. Para empezar a serlo, hay que contar primero con el nihil obstat de personajes como la doña Iglesias y similares, que por cierto en esto de ahora no han dicho ni pío, y hay que ser conscientes de que al serlo, se está uno apuntando a algunas listas negras, o rojas.

Lo dejo. Cómo lo que no se puede quitar a nadie es su capacidad de decidir, cómo principio, me acabo de auto imponer un desenchufe de la Sexta, la cadena amiga (de quién?). Es lo único que les puede doler, perder negocio, y este es mi humilde granito de arena a la búsqueda de la humanidad perdida. Cuando se recupere el señor Tersch, seguiré como siempre, viéndolo el día que coincida, sin más, pero eso sí, respetándolo.

Antes de dejarlo, un par de noticias positivas de Málaga. La primera es que el señor Obispo demuestra ser hombre de los de pensar las cosas; “Patrimonio/ El obispo, dispuesto a acabar la Catedral/ Jesús Catalá pide que se le deje de llamar Manquita, y recuerda que no sólo le falta la torre, "sino más cosas"” Como se ve, también pide que se deje de decir esa ridiculez de la manquita, que es una cursilada atroz.

La otra, es que en esta provincia un “joven”, le ha encontrado una utilidad a lo de ser “viejo”; “Un joven disfrazado de anciano atraca un banco en Archidona”. Algo es algo.

Hasta el lunes.

Pepeprado