Domingo

Para no terminar de volverme majara, seguiré con la antigua y sana costumbre de los fines de semana; no leer periódicos. De todas maneras las malas noticias te las encajan a cincel y martillo, quieras o no. Mejor hablar de “mí” finde.

El viernes cómo es habitual, o casi, en todos los primeros viernes de mes, en vez de hacer una novena, nos fuimos al Foro. No lo entiendo pero cada vez tenemos más gente que levita y sube a la estratosfera mental. Lo paso bien, ya que eso de escuchar a mucha gente que habla de lo que sabe es siempre instructivo. Su valor añadido es no tener, ninguno de los asistentes, amo reconocido, sólo debilidades espirituales, lo que hace que aunque lo que digamos a veces este teñido por el color del cristal con que miramos, siempre es el del cariño, nunca es el color de la envidia o del interés y sobre todo, es siempre fruto de la independencia de pensamiento. Su otro gran beneficio mental, es que no se espera que nadie comulgue “por trágala”, con las ruedas de molino habituales en otras reuniones. Cada cual piensa y dice lo que quiere y si está equivocado lo está de buena fe. Eso es mucho y es interesante auto flagelarse escuchando al prójimo y a las prójimas de cuando en cuando, eso sí, ayudándose de los correspondientes GTs, que tampoco es plan de pasarse con el látigo de siete colas.

Después, el sábado, que fue día grande para el centro en general y la plaza en particular. Para ambientar a un nuevo lector que me ha salido allá por Guinea, podré fotos de los eventos.

La cosa empezó con el III Encuentro de Bandas Juveniles, de lo que pongo imágenes de los tres sitios en los que hubo movida; plaza de las Flores, cruce de Larios con Strachan y la Plaza (así, sin más). Se ve el ambiente general y un detalle muy de actualidad, a una directora con coleta y arte dirigiendo de forma muy pertinente a su musical grey.

Pero tras esto la Plaza no paró. Por la tarde, tras las cervecitas de rigor y cuando ya en casa no esperaba más que tranquilidad vespertina, siguieron apareciendo novedades. A los habituales músicos callejeros, flautistas y guitarristas de pseudo flamenco incluidos, se le sumaron esta vez, personal más preparado. A eso a de las 8 y media apareció el grupo que se ve cantando y montando su espectáculo y al rato, tras terminar estos y haberse ido con la música a otra parte, llegaron otros que incluso montaron su pequeño escenario sobre la marcha e iniciaron su bailongo en posición casi horizontal. Mientras todo esto pasaba, el Málaga CF seguía intentando por todos los medios bajar a Segunda, cosa que parece va a conseguir a pesar de que hay otros empeñados que también lo quieren.

Lo dicho, un no parar.

Hoy domingo hay himno en la plaza de Riego y música en el Auditorio Del Parque. ¿Hay quién de más?

Hasta mañana

Pepeprado