Ha sido un fin de semana especialmente dado a la hipocresía.
En la tragedia de las motos, ahora todos ponen al motero fallecido por las nubes,
olvidando que este ya había rozado la tragedia varias veces con su forma de
pilotar. Claro que esto es normal, se encaja en la hipocresía de esta sociedad
que pone el grito en el cielo cuando un chaval quiere ser torero, pero que
calla o aplaude cuando ponen a niños de doce o trece años sobre motos que van a
toda leche. ¿Por qué? No nos engañemos, simplemente porque, los toreros en sus
trajes de luces no lucen más que alamares y machos, sin incrustaciones de
grandes empresas, mientras que en los monos moteros, se publicitan cientos de
marcas que sí quieren que se les vea.
También dentro de la doblez moral, entra la aparente
consigna de las huestes rubalcabianas de cargar la mano en las lágrimas. Visto
como está el patio, están echando mano del lagrimón y la ternura para arañar
votos y apuntarse el comunicado de los asesinos como victoria propia. Por
cierto que el comunicado se lo creen solo unos pocos, al 69% de los españoles
no les entra en la mollera que hayan renunciado a matar, todos creemos que es
lo de la zorra y las uvas, y solo una solución temporal para la banda; cuando
puedan, (¿tras el 20N?), volverán a matar.
Entretanto, por ahí fuera siguen haciendo caja a costa de
nuestro gobierno, ya son cuatro los cooperantes secuestrados y doña Trini sigue
diciendo que no pasa nada. Al menos nos queda el consuelo que don Desatinos no
está, porque este alargaría los secuestros varios meses.
La lista de ejemplos de personajes que se lo montan guay
del Paraguay, sigue. Esta noticia es de las de libro; “El
socialista deja el cargo para ser diputado/ Francisco Fernández, ex alcalde de León, se prejubila de Caja España con
520.000 €/ Con 56 años, el ex alcalde percibirá la nómina que
obtendría como empleado hasta los 64. El 20-N puede obtener acta de diputado.” Mira
que bien. Lo listos que nos han
salido algunos y lo apañaditas que les quedan las jubilaciones. Claro que es
que esas, las jubilaciones, se las apañan ellos mismos y eso ayuda mucho.
En Málaga, siguen los juicios malayos y como a la Audiencia
se le amontona el trabajo, ha tomado una decisión salomónica; que el trabajo lo
hagan otros. Ha preparado lo que llama un “plan de choque” para que haya menos
juicios. ¿Cuál es la solución? Pues que los litigantes se pongan de acuerdo
antes de empezar. Es eso tan manido, de “poneros de acuerdo, leshes”, que tanto
se oye pero que casi nunca se consigue. Y eso que todos sabemos que se sale
mejor de un mal arreglo que de un buen juicio, pero casi nadie quiere arreglos.
La idea no es mala, pero vuelve a dar más alas a los poderosos,
que así, fuera de tribunales, podrán imponer su ley del dinero a los más
débiles. Lo de siempre, más de lo mismo.
Dejo esto, por cierto, alegría, está lloviendo.
Hasta mañana.
Pepeprado
No hay comentarios:
Publicar un comentario